Para lo que necesites

258 48 1
                                    

- ¡Ya está! Ya se fue Samantha, ya vieron su tonta película y ya están durmiendo, es hora de lanzar esos dados – los hizo aparecer en sus manos rodeados de llamas azules.

- Al parecer alguien estaba realmente molesto – se burló Atenea – Dame ese dado, viejo gruñón – tomó el dado y lanzó sin previo aviso, obteniendo un 5 y sonriendo pretenciosamente.

- Ese lanzamiento no vale – Hades no permitiría que ella volviese a ganar – Lancemos todos de nuevo.

- Está bien, igual no ganarás – estaba tentando a su suerte, pero quería llevar a su tío a sus límites

- Creo que tenemos un empate Atenea – dijo Afrodita un poco tímida, quería ganar esta tirada, pero seguro su hermana ya tenía sus planes y no la dejaría.

- ¿Ves tío? No ibas a ganar de todas formas – sonrió burlonamente – Te cedo la jugada hermanita, digamos que me viene bien ver cómo se desarrollan las cosas sin mi intervención – ante eso Afrodita brincó a darle un fuerte abrazo, ese gesto le había llenado el corazón.

- ¡Muchas graaaacias! – chilló y sonrió ampliamente, gesto que causó muecas de vómito en el rostro de Hades – Ordeno que Alex sorprenda a Sam con su visita a la empresa, claro está que tendrá una excusa boba para ir, no puedo permitir que mi protegida quede tanto en ridículo.

- Creo que las gracias te las tengo que dar yo a ti – sonrió la mayor de las hermanas

- ¿A mí? Pero si tú eres la que me cedió su turno – estaba confundida

- ¿Cuándo vas a entender que tu hermana no da ningún paso en falso? Ella sabía que seguirías intentando juntar a esas dos y eso va a beneficiar a su querida Lena. Ahora Sam podrá intentar llegar al cuerpo de ¡MI Kara! – la menor se quedó un minuto pensativa

- Supongo que no está mal para mí. Alex podrá conocer un poco más a Samantha y podría recuperar a su hermana. Todos ganan – se encogió de hombros

- ¡Todos menos yo! – la llama azul de su cabeza ardía peligrosamente – Esto es un complot, las reglas prohíben que los jugadores formen alianzas.

- A ver tío, no sé dónde rayos dice eso de las alianzas, pero incluso aunque de verdad existiera esa regla, mi hermana y yo no nos hemos aliado en ningún momento. Lamentablemente para ti, esta es una hermosa coincidencia para mí – se levantó y se retiró, dando por terminado el berrinche del mayor.

En la Tierra, ya era de mañana y una Alex súper apurada ingresaba a su oficina lista para enfrentar los casos que aún tenía pendiente. Estos días habían sido demasiado complicados para ella y toda su familia. Kara seguía sin despertar y los doctores no les daban muchas esperanzas. Su madre estaba devastada y ella realmente ya no sabía de dónde sacar ánimos para seguir.

- Hola jefa, ¿cómo estás? – dijo Winn mientras ingresaba con dos tazas humeantes de café

- ¿Qué te puedo decir? Detesto estar como estoy – tomó un sorbo y sintió cómo ese mágico líquido marrón la animaba un poco.

- Deberías hacer algo más que trabajar e ir al hospital – dijo un poco temeroso

- Eso es impensable, no puedo ir a distraerme mientras mi hermana sigue postrada en esa cama y mi mamá sufre a su lado.

- Alex, te estoy hablando como tu amigo, en serio debes despejarte aunque sea un par de horas, sino te vas a quebrar. En estas últimas semanas has pasado por demasiado, desde una ruptura hasta lo de Kara – estaba realmente preocupado, ninguna persona por más fuerte que fuese podría aguantar toda esa carga emocional durante mucho tiempo - ¿Por qué no llamas a alguna amiga?

QuédateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora