El primer tiro

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- Apura Sam, debo estar en National City antes del mediodía – gritó Lena desde la puerta de la casa de su amiga.

- ¿Tía por qué tanto apuro? – dijo la pequeña castaña

- Lo que pasa Ruby es que tengo una entrega importante que hacer – le sonrío y revolvió cariñosamente sus cabellos

- Ya estoy aquí – apareció Sam con tres maletas – Lamento la demora – se acercó a darle un beso en la mejilla a Lena

- ¿Te vas a mudar a National City o qué? – levantó una ceja

- Deja de hablar tonterías y mejor sube al auto. Simplemente planeo que nos quedemos más de un día, comenzaré con la búsqueda de tu casa soñada. ¿No has cambiado de parecer verdad? – dijo aún agitada

- Muchas gracias, Sam. Eres la mejor – la abrazó como pudo por culpa de las mil maletas que se interponían.

El viaje hacia el aeropuerto fue rápido y sin complicaciones. Lena se divertía demasiado cuando estaba con Sam y disfrutaba mucho de la compañía de Ruby. Esa niña era demasiado ingeniosa; mucho más lista que cualquier niño de su edad. Estaba segura de que lograría alcanzar todo lo que se propusiera y si necesitaba ayuda, ella siempre estaría ahí para cuidarla.

Cuando llegaron al aeropuerto, inmediatamente se dirigieron hacia el hangar privado de la familia Luthor donde se encontraba su jet. Si bien es cierto aunque Lena no era amante de los lujos, no podía negar que realmente era de mucha ayuda tener un jet privado cuando debías volar en tantas oportunidades y la mayoría de las veces eran viajes de último minuto.

- Buenos días señorita Luthor – saludó cordialmente el piloto y también les hizo una reverencia a sus dos acompañantes.

- Buenos días Patrick, disculpa que te haya avisado con tan poco tiempo pero es que realmente esto no estaba dentro de mis planes – ingresó y se sentó en uno de los asientos individuales mientras Sam con Ruby ocupaban los dos del costado.

- No se preocupe, estoy para servirle. El día de hoy el clima está perfecto así que volaremos sin contratiempo, a más tardar a las 10 estaremos llegando a National City – se retiró e inmediatamente después se acercó la aeromoza.

- ¿Señorita Luthor, les puedo ofrecer algo de beber o comer?

- Un jugo de naranja y unos waffles con Nutella por favor – dijo Ruby inmediatamente, ganándose un regaño por parte de su madre.

- No te preocupes Sam – le sonrió a la menor – Por favor, traiga lo que Ruby le ha solicitado y para mí solo un café americano – se dirigió a Sam - ¿Tú deseas algo?

- Un café y unas tostadas por favor – dijo amablemente

- Claro que sí, en unos minutos les estaré alcanzando lo solicitado.

Durante el vuelo Lena le explicó a Sam el motivo de su viaje y se sintió realmente como una tonta por no saber explicar esa necesidad de ir a ver a la feliz pareja una vez más. Quizás era porque ella también deseaba, en algún momento de su vida, lucir tan feliz como ellos lo hacían. Gracias a su confesión, se ganó la burla de su amiga durante todo el viaje ya que la fastidiaba diciéndole que seguramente la chica del anillo la había flechado y como era de conocimiento no tan público, Lena como buena masoquista romántica anónima, quería verla aunque sea una vez más siendo feliz con otro.

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