Admitiendo algunas cosas

336 50 5
                                    

- Tengo una mmm ¿cita? – entraba una muy histérica castaña a la oficina de Lena – Len ¿se le puede llamar cita si también irá Ruby? – se paseaba de un lado a otro.

- Hola Sam, buenas tardes, qué gusto verte por mi oficina y que irrumpas sin tocar como si fuese la tuya. Toma asiento por favor y cuéntame más despacio – sonrió de costado al ver tan tensa a su amiga.

- Lena creo que tengo una cita – suspiró pesadamente mientras se hundía en su silla

- ¿Y eso es malo por qué? – no estaba comprendiendo muy bien la situación – ¿No se supone que querías eso justamente? Tener una cita con Alex – se enderezó – A menos que la cita no sea con Alex – alzó una ceja

- Obvio que es con Alex, ¿qué clase de chica me consideras? – se sonrojó – No es como que tenga algo de malo conocer a varias chicas a la vez, pero yo prefiero ser más cuidadosa con ese tema, por Ruby – se enderezó

- Lo sé, lo sé, pero entonces no entiendo cuál es el problema – la miró atentamente, su amiga estaba muy nerviosa.

- El problema es que hace mucho no salgo con alguien y mucho menos estoy acostumbrada a incluir a mi hija en esos planes. Ahh y agrégale el hecho de que debo conseguir la forma de por ahí ayudar a Kara – se sujetó la cabeza, sentía que una jaqueca se acercaba

- ¿Te sentirías mejor si me ofrezco de niñera? – amaba pasar tiempo con Ruby, no sería para ella un problema y tampoco creía que lo fuese para Kara

- ¿En serio? ¿No crees que eso le pueda incomodar a Kara? – no iba a negar que le emocionaba la idea de pasar tiempo a solas con Alex, pero tampoco podía dejar a su hija sin estar segura de que no iba a incomodar

- Estoy segura de que estará de acuerdo. De todas formas, hoy que llego a casa le pregunto y te informo – le sonrió amablemente – ¿Ya te sientes más tranquila?

- Un poco, no estoy segura de si estoy lista para comenzar a salir con alguien. No estoy para nada segura de que Alex lo esté. Hace unas semanas terminó una relación de años y no fue por falta de amor – esa pelirroja realmente le gustaba y no quería arriesgar su corazón – Tengo miedo de enamorarme yo sola

- Sam – estiró su mano y sujetó la de su amiga – Eres una maravillosa mujer y muy hermosa también. Estoy segura de que Alex sabrá apreciar todas tus cualidades - sonrió con picardía - pero si no lo llega a hacer, me encargaré de ponerla en su lugar – dijo muy seriamente, tanto que daba miedo

- Muchas gracias por eso Len – le sonrió tímidamente – Si no fueses como mi hermana, me casaría contigo. Aunque seguramente tú no aceptarías porque prefieres casarte con Kara – le sacó la lengua en son de burla

- Si dentro de 5 años seguimos solteras, prometo que me caso contigo – esa respuesta no se la esperaba la castaña y lo reflejó en su rostro - ¿Qué? ¿Acaso no me acabas de decir que te casarías conmigo? – le guiñó uno ojo y se burló del efecto que habían tenido sus palabras – Descuida, Dios mediante en 5 años tú ya estarás casada con Alex y yo quizás haya encontrado la forma de casarme con mi trabajo

QuédateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora