Lirio Blanco || MinJun || LB #1

: ̗̀➛Seis

Hay una parte donde la canción queda perfecta (creo). Ustedes sabrán dónde. Pónganla si quieren.

Dejen comentarios si quieren, me encanta leerlos. Me dan vida.

–¿En qué tanto piensas?

Minjae se sobresaltó y miró a Seongjun, que entró a la cocina en algún momento.

–¿De qué hablas?

–Te conozco. Estás demasiado callado, eso significa que piensas mucho en algo– dijo. Se apoyó en el mesón de la cocina –Dile a hyung qué pasa.

Suspiró. Si había alguien con quien podría hablar de eso, definitivamente sería Seongjun.

–He estado pensando en cortejar a Huijunnie.

–No hay nada de malo en eso, Jae.

–Lo sé. Pero con lo que acaba de pasar...– hizo una mueca –Ya no estoy tan seguro de hacerlo, ¿sabes? No quiero asustarlo ni nada.

Seongjun asintió, comprendiendo a lo que se refería. Cualquiera en su situación pensaría lo mismo, sobre no cortejarlo, no porque no quisiera sino porque podría ser hasta contraproducente dependiendo del caso. Había visto lo asustado que estaba Huijun cuando llegó a buscarlos, y era lógico que Minjae pensara de esa forma, porque los alfas como él, aún si sus lobos eran caprichosos, se preocupaban muchísimo por sus omegas.

–¿Recuerdas lo que te dije esta mañana?

–¿Lo de que cortejarlo y cuidarlo eran cosas parecidas?

–Sí. Sabes que en el cortejo normalmente el alfa trata de enamorar e impresionar a su omega, todas esas típicas cosas románticas– dijo, esta vez fue Minjae quien asintió –Pero, a veces, no son necesarios los regalos caros, las citas y las flores; a veces el solo hecho de que el alfa esté ahí, a su lado, es suficiente. Si sabes a lo que me refiero, ¿verdad?

El alfa menor pareció pensarlo un poco y asintió. Entonces escucharon el llamado muy poco disimulado de Seungmin, "¡Hyung, Junhyuk quiere hablar contigo!", y Seongjun colocó una mano en su hombro.

–Eres el que mejor conoce a Huijun, Minjae-ah. Estoy seguro de que harás lo que pienses y sientas que es mejor para él.

Minjae sonrió –Gracias, hyung.

Le dio una palmadita en el hombro y se dirigió a la puerta de la cocina. Pero Minjae pareció pensar en algo.

–Hyung.

–¿Qué ocurre?

–¿Por qué suenas como si ya hubieras cortejado a alguien?– preguntó con curiosidad.

La única respuesta que recibió fue una pequeña sonrisa de Seongjun antes de que él saliera de la cocina.

¿Y eso qué significa?

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Huijun se sentó en las bancas del Play Zone*, con una mueca en su boquita, sosteniendo el teléfono frente a su rostro.

–No sé qué les pasa, Sun. Han estado actuando raro todo el día.

Sunhee hizo una mueca, pensando.

–Dijiste que están preparando algo, ¿no? Tal vez solo están estresados.