: ̗̀➛Treinta y uno

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Para Huijun, esa semana había pasado demasiado rápido.

A pesar de tener presentaciones, entrevistas y apariciones públicas casi todos los días, no se había logrado sacar esa idea de la cabeza. Esa de que tendría que ir a la comunidad raza pura en la que había vivido casi toda su vida, de que tendría que estar rodeado de alfas con pensamientos no muy distintos de los de su padre, de que tendría que ocultar su parte omega de nuevo. Eran demasiadas cosas las que hacían que el solo pensar en esa visita lograra ponerlo nervioso a tal punto que le quitaba el poco apetito que tenía.

Veía que los chicos también estaban inquietos por eso, pero siempre trataban lo más posible de distraerlo. Si estaban en el estudio ponían canciones al azar para bailar, cantar y tontear; si estaban en el dormitorio hacían noches de películas con palomitas acarameladas; en cualquier lugar y momento Minjae le daba todos los mimos y cariñitos que quisiera e incluso, cuando se sintió mejor, lo llevó a comer un delicioso helado de vainilla con chocolate y chispas. Todos esos gestos de parte de su manada definitivamente lograron ayudar a mantener el estrés a raya y no podía estar más agradecido, porque odiaba pensar en todo lo que tuviera que ver con la comunidad raza pura y todo lo que vivió ahí.

El día de luna llena llegó mucho más pronto de lo que quisiera, y para cuando se dio cuenta ya se encontraba en el autobús que lo llevaría a la comunidad raza pura. Era más de una hora de camino y tal vez, en otra ocasión, se le habría hecho eterno al no tener a nadie cerca.

Sin embargo, no estaba precisamente solo.

—Hyung.

—¿Mmh?

—Todavía no entiendo cómo ese señor dejó que Minjae-hyung y yo viniéramos contigo —dijo Junhyuk.

—Mi padre dijo que como yo estaría en la reunión con él, ustedes podrían venir para acompañarme el resto del tiempo —respondió.

—¿Es de ese tipo de "tú me das algo bueno y yo te doy algo a cambio"? —preguntó Minjae.

Huijun ladeó la cabeza, una pequeña sonrisa divertida en su rostro.

—Sí, algo así —asintió.

Al primer momento que sucedió todo no había recordado que su padre era exactamente el tipo de persona que Minjae describía, que cuando recibía algo muy beneficioso para él daba algo semejante a cambio. Cuando lo llamó para preguntarle sobre las condiciones para ir a la reunión esperaba otra cosa, pero no se quejaría; no cuando su padre le estaba dando esa libertad que obviamente iba a aprovechar, en especial porque tendría a su hermanito y, sobre todo, a su alfa cerca.

Seongjun se había quejado bastante cuando le habló sobre llevar a Junhyuk con él. En realidad, ya estaba al borde de una crisis nerviosa porque odiaba con todo su ser la idea de que sus tres cachorros fueran a un lugar que desconocían. Pero lo había hecho razonar: Minjae obviamente iría, ni tuvo que preguntarle; a Seungmin se le notaba por encima y desde lejos que era omega, hasta él mismo lo admitía; y Seongjun... Bueno, era muy probable que tuviera uno de sus ataques de alfa/líder/hyung sobreprotector cuando viera a todos esos alfas. Junhyuk era sobreprotector, sí, pero no se había presentado y (en su mayoría) podía controlar sus impulsos de maknae-hyung, lo cual era un enorme punto en ventaja.

Era por eso que ahora se encontraba toda la maknae line ahí, sentados en los últimos asientos del autobús, a pesar de que no había nadie más que ellos y el conductor. Hasta Jay iba con ellos, echada sobre los pies de Huijun, profundamente dormida para tener energías para cuando llegaran a ese lugar.

—Chicos —les llamó. Ambos lo miraron—, sé que probablemente esto sea extraño e incómodo para ustedes, pero gracias por venir. De verdad.

—¿Extraño? Tal vez. ¿Incómodo? De ninguna forma —dijo Minjae—. Estamos aquí porque quie... Queremos cuidarte a ti y a Jay, así que no te preocupes.

Lirio Blanco || MinJun || LB #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora