🥀Confusiones🥀

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- Ya basta, idiota.

- No. Madre dijo que debía hacerte esto y eso haré.

- Aja si, es que como eres el hijito de mami que nunca hace nada malo, el señor perfecto. Si tu eres perfecto entonces soy la criatura más hermosa del mundo.

- Cállate ya, estúpida. Eres insoportable.

- Lo sé, es mi especialidad.

Carajo. Me hace doler mucho. Es que este tipo no sabe cómo tratar a una dama.

- Oye.

- Que?

- Quien te enseño tus modales?

- Madre.

- Con razón que no sabes respetar a una mujer.

Me mira molesto pero solo sigue con su trabajo. Bueno, supongo que esto es mejor que Mikael.

- Ya está. Ahora solo hay que esperar al anochecer.

- Y me puedes decir en qué estamos? Amanecer? Atardecer?

- Amanecer.

- Ok. Gracias y adiós.

Se fue. Odio a ese sujeto.

Supongo que fue muy mala idea dejar a Hayley libre... Creo que por eso me meto siempre en este tipo de situaciones.

Bueno... Una siesta no me hará daño. Después de todo, después de esta noche tendré todo el tiempo del mundo para dormir.

Pov. Niklaus...

No está... Llevamos buscando por cada maldito rincón de este cementerio y nada. Solo falta una esquina pero está totalmente abandonada. Es casi imposible que este ahí.

Me acerco despacio y entro. Hay cosas. Alguien estuvo aquí y si no me equivoco ella también. Su aroma aún inunda el lugar.

Diez minutos después sigo recorriendo sin encontrar nada. Todo esta vacío. Frente a mi hay una puerta cerrada con llave. Es extraño, si mi intuición no falla, ella está ahí dentro.

Derrumbo la puerta y entro. Nada. Malditas falsas esperanzas.

Estoy a punto de irme cuando algo me llama la atención. Otra puerta.

Esta aún más cerrada. Empujo con todas mis fuerzas y entro. Ahí, colgada por unas cuerdas, esta ella. Tiene marcas de manos en su cara y su cuerpo está casi desnudo. Cubierta por una fina tela y puedo ver las marcas de golpes que tiene. Esther jamás haría eso y menos el hijito perfecto de mami. Maldito idiota... Mikael.

Me acerco a ella e intento desatarla. La cuerda tiene verbena. Esto tomara un tiempo. Duerme profundamente y aún estando así de maltratada, una sonrisa se dibuja en su hermoso rostro. Tengo que sacarla de aquí.

- Descuida, amor, no dejaré que nada malo te pase.

Dos minutos después ya está en mis brazos. Escucho voces, sin duda de mis hermanos y me alejo de ahí rápidamente.

15 minutos después...

Bueno. No era el mejor lugar al que podía llevarla pero quiero un tiempo a solas con ella.

La recuesto en la cama y me siento a su costado. Se ve tan tranquila, aún pensando que morirá. No entiendo a esta alma loca y confundida.

Se empieza a mover y descubro que esta a punto de despertar. Abre sus ojos delicadamente y cuando me ve, su expresión cambia.

- N-Nik?

Escucharla de nuevo decir mi nombre me lleva al límite. Me dejo llevar por el primer impulso que me invade y me olvido de todo por un rato. Olvido que ella es ahora la mujer de mi hermano.

Quédate conmigo [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora