9.

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Llegó el viernes y Atsumu sentía cómo sus manos estaban casi derretidas. Estaba sudando como nunca.

"¿Por qué te lavaste los dientes hoy?" preguntó Osamu saliendo del baño con el cepillo de dientes de su hermano entre sus manos.

"¿Qué?" Atsumu estaba echándose colonia.

"¿Por qué pareces una persona limpia hoy?" Osamu estaba mirándolo con una ceja enarcada.

"Hoy cumple Omi e iré a verlo" Atsumu se miró por última vez al espejo y sonrió. "Lindo" dijo guiñando un ojo a su propio reflejo.

"Estás..." Osamu suspiró. " Estás involucrandote mucho con ese chico, Tsumu"

"Es mi problema" dijo Atsumu tomando su teléfono intentando caminar hacia la salida de la habitación, pero Osamu se puso en medio.

"Deja de hacer eso, deja de hablarle tanto, deja de hacer que te tome cariño" Atsumu rodó los ojos.

"No conoces a Omi"

"¿Y tú sí? apenas llevan un par de semanas de ser compañeros y ya hasta te brillan los ojos cuando estás stalkeando su perfil de facebook donde comparte una foto de un perrito cada tres días" Atsumu lo miró sorprendido.

"¿Cómo sabes?"

"Usamos la misma computadora y siempre dejas tu cuenta abierta en su muro de facebook" Atsumu hizo una mueca haciendo entender que no tenía nada para decir contra eso. "Deja de hacer que te tome cariño"

"No lo haré, Omi es diferente" Osamu suspiró molesto.

"¿Diferente?"

"No es algo que te interese, no puedo decirtelo" Atsumu apartó a su hermano y salió de la habitación.

"Se lo diré a mamá" gritó Osamu y Atsumu sonrió.

"A mamá le agrada Omi"

...

Ganchitos. Atsumu estaba en la casa de Sakusa junto a Komori. Ambos estaban sentados en la sala, había música baja puesta, un par de aperitivos en la mesa y ahí estaba Sakusa, tenía   ganchitos sujetando los cabellos que normalmente se le venían a la cara.

Atsumu tragó saliva, podía decir que era la imagen más hermosa que había podido presenciar desde que había nacido.

"Cierra la boca, se te van a meter las moscas" se burló Komori con la boca llena de galletas. Atsumu cerró la boca rápidamente y esto hizo que el castaño riera mucho más.

"Y-Yo..." Atsumu intentaba hablar y Sakusa enarcó una ceja.

"¿Te vas a burlar porque uso ganchitos?"

"No, no, se te ven muy lindos, lo juro" se apresuró a decir Atsumu sin darse cuenta de que su cara probablemente estaría rojisima.

"Me gusta usarlos, son de niñas, pero realmente no me importa, me gustan" dijo encogiéndose de hombros.

Los tres chicos estaban sentados en la sala, los hermanos de Sakusa habían salido a comprar el pastel y llegaron en ese preciso momento.

"Hey, hay uno más aquí" decía Kihyung entrando a la casa y notando la presencia de Atsumu.

"Uh, sí, es el pretendiente de Kiyoomi" habló Kiyona haciendo que Atsumu la mirara asombrado por lo que acaba de decir.

"¿Qué? no, no es así" Sakusa lo miró.

"Mentiroso, sí te gusto" dijo sin ninguna expresión en su cara.

"No me gustas, ¿por qué todos piensan eso?" dijo Atsumu intentando sonar calmado.

"¿Qué tiene de malo que te guste? digo, no soy feo" dijo Sakusa ladeando la cabeza y Komori comenzó a reír.

"Kiyoomi, ¿cómo preguntas que qué tiene de malo?" Kiyona sonrió viendo a los chicos y comenzó a caminar con el pastel entre sus manos hacia la cocina. "Atsumu sufrirá toda su vida porque el poderosisimo Sakusa Kiyoomi no puede corresponderle"

"Kiyo, no puedes ir por ahí enamorando a chicos lindos" dijo Kihyung palmeando el hombro de su hermano menor. Sakusa miró a Atsumu, el rubio estaba nervioso, ni siquiera tenía la mirada alzada de tanta presión que sentía en ese momento.

"Sí es lindo" admitió Sakusa y se levantó. "Quiero pastel, Kiyona, dame pastel" caminó hacia la cocina dejando atrás todo rastro de ataque al corazón que estaba sintiendo Atsumu en ese momento.

Serendipia [SakuAtsu] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora