24.

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Sakusa estaba sentado en el borde de la cama moviendo su pierna un poco inquieto. Eran al rededor de las 9 de la mañana y se supone que debía estar en casa con su primo Komori como había planeado con Kiyona, pero no. El pelinegro estaba sentado en el borde de la cama de Atsumu mirándolo sin decir nada.

"¿Piensas mirarme todo el día? llevas una hora ahí sin decir nada" dijo Atsumu acomodándose en su cama.

Sakusa intentó decir algo, pero las palabras no salían de su boca. Atsumu estaba bien, fuera de peligro, sí, pero tenía más ojeras de lo normal y se veía pálido.

"Bien" el rubio suspiró para después levantarse un poco de la posición en la que estaba y quedar sentado en la cama. "Supongo que ya no puedo seguir haciendome el loco"  Atsumu curvó una sonrisa nerviosa mientras rascaba su nuca.

"Dime qué pasa contigo, Tsumu" la mirada cansada de Atsumu cayó sobre los ojos de Sakusa haciendo que el más alto sintiera un leve bajón por todo su cuerpo.

"Estoy enfermo" Atsumu bajó la mirada apenas comenzó a hablar. "Lo cual es injusto porque... porque se supone que esta enfermedad solo aparece en personas de 50 a 60 años" sonrió bastante decepcionado. "Pero aquí estoy yo, un caso extraño"

Sakusa se acercó un poco más a él sin decir ni una palabra, él rubio interpretó eso como una señal para que siguiera hablando, así que continuó.

"Cáncer gástrico" Sakusa apartó la mirada y se maldijó mentalmente.

El pelinegro recordó la vez que trató mal a Atsumu diciéndole que qué sabía él de estar enfermo. Culpa, quizás eso era lo que sentía en este momento luego de haberla cagado olímpicamente al decir eso.

"Como te dije, es poco común que un chico de 15 o 16 años sea diagnosticado con esto, así que ignoré todas las señales. Ignoraba los fuertes dolores que me daban después de cada práctica, ignoraba el ardor que sentía cuando comía, ignoraba todo hasta que comencé a perder peso y mi entrenador me llamó la atención"

Sakusa relamió sus labios, sentía que tenía que pedirle perdón a Atsumu por un montón de cosas.

"Osamu le dijo a mamá lo que estaba pasando y ella comenzó a llevarme a cada centro médico que encontraba intentando encontrar algunos medicamentos para aliviar mi dolor" Atsumu suspiró. "Entonces fue ahí cuando le dijeron que tenía un tumor en el estómago. Dijeron que era benigno, que podía ser removido fácilmente y que estaría bien en meses, pero no fue así" Atsumu comenzó a morder sus uñas.

"Si no quieres seguir, está bien por mí" susurró Sakusa, pero Atsumu negó con la cabeza un poco despreocupado.

"Tú fuiste honesto conmigo desde el principio. Yo no quise serlo por temor a que me vieras como un pequeño de cristal que debía ser cuidado, odio que la gente me tenga lástima."

Atsumu se acercó más a Sakusa y recostó su cabeza en las piernas del contrario.

"Cuando nos dijeron que era un tumor maligno, dejé de asistir al entrenamiento. Dejé de comer tanta porquería y comencé a comer una dieta que había mandado mi nutricionista" Atsumu miró a Sakusa desde abajo y sonrió. "Recuerdo que mamá se divertía preparándome esas comidas" la sonrisa del rubio fue desapareciendo lentamente "Hasta que ya no pude tragarlas más"

"¿Qué?"

"Entonces comenzaron a licuar mis comidas" Sakusa volvió a golpearse mentalmente por haberlo llamado rarito cuando vió que llevaba su comida en un termo.

"Soy un imbécil" pensó sin darse cuenta que una de sus manos habían comenzado a acariciar los cabellos del rubio que descansaban sobre sus muslos.

"Entonces el equipo se enteró de lo que tenía y comenzaron a cuidarme. Iban a mi casa todos los días, me escribían a cualquier hora, querían comprarme cualquier cosa" Atsumu frunció el ceño "Eso me molestó" hizo un puchero.

"¿Se lo dijiste a tus amigos?"

"Ellos no escucharon, solo seguían tratándome como un bebé" Atsumu se dió cuenta de que había tomado mucha confianza con Sakusa al haberse acostado en sus piernas y se levantó de golpe. "Uh, lo siento, no quería incomodarte acostandome sobre..." Sakusa lo tomó de los hombros inclinandolo hacia atrás para que volviera a recostarse sobre él.

"Está bien, Tsumu" sonrió dejando ver sus hoyuelos.

"Entonces" Atsumu desvío la mirada porque era demasiado para él ver al pelinegro sonriendo. "Había sangrado por la boca un par de veces, pero decían que era normal. La última vez que pasó, fue hace como un año, ellos dijeron que ya no volvería a pasar porque estaba mejorando, pero ya sabes lo que sucedió"

"¿No tiene cura?" Atsumu lo miró.

"Nah, por supuesto que tiene cura. Solo es cuestión de remover el tumor" dijo curvando una sonrisa.

"¿Y por qué no lo han hecho?"

"La operación es costosa y mi mamá quiere hacerlo con un doctor privado, no quiere que cualquiera lo haga" Atsumu miraba sus uñas. "La verdad no estoy tan informado del tratamiento y eso porque lo último que quiero es recordar que estoy enfermo, pero no es para tanto" miró al pelinegro y sonrió.

"¿Estás mintiendome?" Atsumu enarcó una de sus cejas y comenzó a reír.

"No te estoy mintiendo" se levantó de donde estaba y comenzó a acercarse a su closet. "Salgamos a dar un paseo"

"¿Un paseo? ¿no debes estar en reposo?" Atsumu abrió las puertas de su closet.

"Así es" dijo intentando decidir qué ropa ponerse.

"¿Y por qué quieres salir a dar un paseo?" Atsumu lo miró.

"Porque es lindo dar un paseo"

"No lo es, estar en casa es mejor"

"No seas aburrido, Omi" dijo rodando los ojos haciendo que el pelinegro sonriera.

"Está bien, salgamos a dar ese paseo" habló derrotado haciendo que Atsumu sonriera aún más.

Cuando el más bajo estaba listo, ambos chicos bajaron las escaleras para poder salir de la casa.

"Sakusa" saludó Osamu saliendo de la cocina.

"Ya le conté" dijo Atsumu haciendo que Osamu lo mirara un poco asombrado.

"Vaya, pensé que te tomaría más tiempo por..." Atsumu tomó del brazo a su hermano y lo llevó dentro de la cocina antes de que pudiera seguir hablando "¿Qué?" preguntó Osamu confundido.

"Le conté la primera parte" Atsumu sonreía como niño chiquito recién regañado.

"¿Estás bromeando?" Atsumu hizo puchero. "Eres increíble"

"No puedo decirle todo de una vez, Osamu"

"Sí puedes, solo hazlo" dijo levantando un poco la voz.

"Baja la voz" Atsumu le tapó la boca a su hermano. "Ni siquiera han confirmado eso"

"Suéltame" Osamu lo alejó un poco. "Bien, es tu problema, pero deberías decirle ya"

"¿Decirme qué?" Sakusa estaba arrecostado en el marco de la puerta de la cocina. 

Serendipia [SakuAtsu] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora