31 de Octubre, ese fue el día en el que Atsumu se levantó de la camilla después de semanas.
"¿Estás seguro?" preguntó Sakusa mirando con un poco de desconfianza al rubio.
"No me voy a morir por algo como eso, ya te lo dije" dijo despreocupado dejando que la enfermera lo ayudara caminar hacia una silla de ruedas.
Sakusa suspiró sintiéndose adolorido, Atsumu actuaba normal, pero veía en su cuerpo cómo temblaba como cada paso que daba, su cuerpo le pesaba mucho, sus huesos dolían.
"¿Seguro puede salir?" preguntó Sakusa mirando a la enfermera.
"Su médico le dió el permiso, solo debe estar aquí en una o dos horas para poder tratar cualquier cosa que se presente" habló la chica cuando por fin estaba Atsumu en su lugar.
"Serás mi chófer, Omi" habló con emoción el rubio haciendo que el más alto sonriera levemente.
"Te dije que podíamos quedarnos aquí hoy, no tenemos que ir a pedir dulces" Atsumu rodó los ojos.
"¿Hice que esa chica me pusiera estos bonitos pantalones negros para salir y ahora no quieres?" Sakusa miró la ropa de Atsumu, estaba un poco ancha y disimulaba su perdida de peso. Atsumu lucía bien. De hecho, él siempre se veía bien.
"Como quieras" dijo encogiéndose de hombros acercándose a la parte trasera de la silla de ruedas para poder comenzar su viaje junto a Atsumu.
"No iremos a pedir dulces realmente, ¿cierto?" preguntó el rubio una vez estaban fuera del lugar. Como no obtuvo respuesta, miró hacia arriba esperando toparse con la cara de Sakusa, pero se extrañó un poco cuando lo vió. Sakusa estaba hablando, pero no había nadie al rededor, estaba hablando solo.
Atsumu parpadeó un par de veces pensando en qué debería hacer, no sabía porqué Sakusa estaba hablando solo, nunca antes lo había visto haciendo eso. ¿Debió haber dicho en el hospital que Sakusa era esquizofrénico antes de pedir el permiso para salir?
"Omi" volvió a hablar haciendo que Sakusa lo mirara.
"¿Qué pasa?"
Atsumu frunció el ceño, ¿no estaba consciente de que había estado hablando solo?
"Omi, ¿estás tomando tus medicinas?" preguntó curioso haciendo que Sakusa lo mirara confundido.
"¿Qué? ¿Por qué lo preguntas?" Atsumu negó con la cabeza mientras miraba hacia al frente.
"Curiosidad" Sakusa se quedó un momento pensativo, pero no le puso mucha atención a eso.
"Las estoy tomando, Tsumu, no te preocupes" Atsumu asintió.
"Bien, ¿A dónde iremos?"
"¿A dónde quieres ir?" preguntó mientras comenzaba a empujar la silla de Atsumu.
"Quiero dulces" Sakusa sonrió.
"No puedes tragarlos, Atsumu, mejor vayamos por una bebida" el rubio hizo puchero. "Espera, el algodón de azúcar se deshace en la boca" Atsumu levantó su mirada para verlo.
"Tienes razón, quiero uno" Sakusa asintió.
"Bien, vayamos a comprar uno"
La noche transcurrió tranquila. Obviamente estaban las calles llenas de niños y adolescentes disfrazados haciendo bromas o pidiendo dulces en cada casa que veían.
Ambos chicos estaban comiendo algodones de azúcar mientras reían de cualquier cosa o se quedaban viendo los disfraces de las demás personas.
"¿El próximo halloween sí nos vamos a disfrazar?" preguntó Sakusa mientras miraba a Atsumu. El rubio dejó de devorar el algodón para voltear a mirar al más alto.
"¿Próximo Halloween?"
"Sí, este no pudimos, el que viene lo haremos" curvó una sonrisa que permitió ver uno de sus hoyuelos.
"Seguro" susurró Atsumu volviendo a mirar su algodón de azúcar.
Sakusa se levantó del lugar en el que estaba sentado y comenzó a recoger papeles de dulces que estaban en el piso.
Atsumu lo miró casi rompiéndose la mandíbula de lo abierta que estaba su boca. Sakusa estaba tomando papeles del piso, estaban sucios y habían sido tocadas por manos de otras personas que seguramente estaban sucias.
"Omi, ¿qué haces?" preguntó incrédulo.
"Esas envolturas me estaban desesperando, las acomodaré" dijo volviendo a poner los papeles en el piso, pero esta vez perfectamente alineados.
Atsumu comenzó a darse cuenta de que algo estaba mal con Sakusa. Cuando el pelinegro volvió a acercarse a Atsumu, sintió la mirada del rubio casi perforandolo.
"¿Estás tomando tus medicinas?" Sakusa ladeó la cabeza.
"Te dije que sí"
"No me mientas, Omi" dijo un poco decaído.
"Bien" dijo rodando los ojos. "Quizás estoy saltandome un par" Atsumu enarcó una ceja.
"¿Por qué?" Sakusa bufó.
"Son feas" Atsumu tuvo que morder su labio inferior con fuerza para no soltar una carcajada. La actitud de Sakusa en ese momento parecía la de un niño pequeño, pero no podía reír, estaban hablando de algo serio.
"Estás actuando extraño" Sakusa lo miró.
"¿Qué? ¿He hecho cosas extrañas?" Atsumu asintió. "¿Como qué?"
"Estabas hablando solo" Sakusa frunció el ceño.
"No he hablado solo hoy"
"Cuando íbamos saliendo del hospital"
"No estaba hablando solo, había alguien preguntándome..." Sakusa dejó de hablar. Ahora estaba dudando si realmente había alguien en ese lugar hablándole. Miró a Atsumu e hizo una mueca. "Quizás sí estaba hablando solo"
"Toma tus pastillas, Omi"
"No me gustan"
"Pero antes las tomabas"
"Antes no me gustabas" dijo sin importancia, pero su rostro comenzó a ponerse rojo cuando se dió cuenta de lo que acaba de decir. Miró a Atsumu el cual estaba terminando de comer su algodón de azúcar sin haberse dado cuenta de lo que había dicho Sakusa segundos atrás. "Dios" dijo casi gritando haciendo que el rubio lo mirara.
"¿Qué pasó?"
"Nada" habló de golpe parpadeando rápidamente. "Eso estuvo cerca" pensó.
"Toma tus medicinas" repitió el rubio haciendo que Sakusa rodara los ojos. "Ah, y tú también me gustas, Omi"
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Serendipia [SakuAtsu]
Fanfiction"Aprendí una nueva palabra mientras no estabas, Omi" "¿Sí? cuéntame cuál es" "Serendipia" Atsumu lo miró "Eres mi serendipia" "¿Por qué?" "Porque una serendipia es un descubrimiento accidentalmente valioso" Sakusa sonrió débilmente.