XXXVII. L'invitation

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Después de que Camille y Timothée compartieran el almuerzo, la plática había vuelto a fluir evitando toda clase de temas incómodos que ninguno deseaba tratar. Tampoco se hacían recurrentes las miradas directas a los ojos, era un silencioso acuerdo al que habían llegado.
La semana transcurrió tan extraña como aquel día, con cortos saludos de palabra y ni un poco de tocarse, ni siquiera estar cercanos más de lo que debían.
Eran incómodo ciertos ratos en la oficina, y por eso mismo Camille accedió la invitación de Emily de salir juntas el jueves por la noche, ir a un bar tal vez distraería de toda su exhaustiva jornada.
Camille no pretendía contar todos y cada uno de los detalles de su estadía con Timothée, sin embargo con muy poco de tiempo sentadas en el establecimiento la joven escupió todos y cada una de las situaciones. No decírselo a su mejor amiga hubiese sido imposible de cualquier modo.
Cuando Camille terminó el relato vió la sonrisa socorrona que se escapaba de la boca de Emily.
-Quieres decir que exactamente hace una semana estabas dándote un festín, ¿No es así? -preguntó su amiga.
-¿Qué?
Emily puso los ojos en blanco.
-Estabas acostándose con Timmy.
Las mejillas de Camille se sonrojaron violentamente y con una mano se tapó el rostro.
-¿Es lo único que me escuchaste decir?
Emily carcajeó y dió un corto sorbo a su trago.
-Espero y sepas que Timothée no hará nada hasta que tú le digas que puede -explicó con más seriedad-. Si él te dijo que podían volver a intentarlo cuando tú quisieras, no te preguntará nada que pueda presionarte.
Camille también bebió un poco.
-¿No parecerá que estoy desesperada? Solo ha sido una semana...
-¿No es suficiente? Todo tiene fecha de caducidad en este mundo, querida. Si dejas que pase más, terminará marchitándose todo eso que sienten. -Enarcó una de sus frondosas y perfectas cejas antes de encoger los hombros-. Creí que te gustaba desde hace tiempo, no veo porqué debe ser tan difícil. ¿O a qué es a lo que le tienes miedo?
Aunque no lo había pensado, Camille estaba segura de que le temía a demasiadas de las cosas que podrían venir de una relación seria, fuera con Timothée o con cualquier otro.
-¿Y si no soy lo suficientemente buena? -fue la primera de sus ideas que le salió de la boca.
-Y por alguna extraña razón debes de serlo -respondió Emily con un tono cargado de sarcasmo-. ¿Necesitas ser suficiente para alguien que no seas tú? Lo dudo mucho.
-Pero...
-Pero nada. Siempre estamos tan idealizados por falsas creencias de ser la pareja perfecta de alguien, -Emily sacudió la cabeza mientras seguía hablando-, déjame te digo que jamás sucederá. ¡No existe, Camille! Y así como tú no serás la persona perfecta para Timmy, él tampoco lo será para tí. Piénsalo, el ama el Rap y tú lo detestas.
-No lo detesto -corrigió la joven en voz baja-, solo no lo escucho.
-Es lo mismo. Nunca habrá un amor sin problemas, ni diferencias o desacuerdos. Pero la oportunidad de intentarlo estará allí y si dejamos que nos consuma el miedo por lo que jamás conseguiremos ser, la vida se los escapará de las manos antes de que nos demos cuenta. -Volvió a alzar la mano, bebiendo un poco de más vino y la dejó caer con fuerza sobre la tabla de la mesa-. ¿No estás contenta contigo misma?
Camille lo pensó solo un instante previo a responder.
-Creo que hay muchas cosas a mejorar, aunque supongo que sí lo estoy.
Emily la tomó intempestiva por la mano, no era el efecto del alcohol, la chica sabía beber mejor que nadie sin siquiera demostrar que lo había hecho, no obstante siempre se entusiasmaba y la manera en que conversaban ambas resultaba bastante dinámico. La chispa que a Camille siempre le faltaba para envalentarse, Emily la ponía.
-¿Entonces qué esperas? -cuestionó presurosa-. Si eres buena para tí lo serás para cualquiera. ¡Debes decirle a Timothée lo enamorada que estás de él!
-Creo que ya lo sabe -aseguró Camille.
-No con la actitud de esta semana.
-No le llamaré esta noche, ¿De acuerdo? -meneó la cabeza-, mañana... Tal vez lo invite a salir. -Si no detenía allí la plática o cambiaba de tema, Emily haría que le terminase llamando a media noche y eso sí sería sumamente vergonzoso-, por cierto, cuéntame, ¿Cómo fue que te escondiste cuando viste a mi madre caminando al baño?
Emily abrió mucho los ojos y las mejillas se le sonrojaron com rapidez.
-¿De verdad quieres sabes?

El viernes por la tarde Camille comenzó a guardar todas sus pertenencias que tenía desperdigadas por el escritorio. Apagó el ordenador y junto con Timothée caminó hasta la entrada del edificio donde trabajaban.
Su perfume le llegaba con el aire que surcaba las calles de París y el estómago se le revolvió aún más de lo que ya estaba.
La plática que la noche anterior había tenido con Emily la había llenado de ansias por invitar a salir al chico, a pesar de no saber por dónde empezar.
-¿Y qué tienes planeado para esta noche? -cuestionó con nerviosismo.
Timothée frunció el ceño, pensativo.
-Tengo planeada una larga velada conmigo mismo, palomitas y películas francesas de los 50's. -Esbozó una sonrisa sutil antes de preguntarle-: ¿Et vous?
Camille encogió uno de sus hombros.
-Creo que no me vendría mal un rato de lectura -aseguró.
«Merde! Tenías que invitarlo a salir» se reprochó a sí misma.
Timmy giró la cabeza para contemplar la calle casi vacía, dirigió otra mirada a ella.
—Eso suena bien -dijo Tim tomando con fuerza la correa de su mochila-. Entonces deberíamos irnos. Te veo el lunes.
La joven dió un leve asentimiento. Volteó el cuerpo al costado contrario que él, en dirección a su casa.
«Es ahora o nunca».
Dió media vuelta hacia el muchacho y alzó la voz:
-¡Timmy! -Él volteó y enarcó una ceja-. Palais Garnier, a las 7:00.
Los ojos del muchacho se iluminaron un breve lapso de tiempo. Juntó las manos a un lado de la boca para hacer una bocina.
-¿En qué parte?
-¡En las escaleras!
Ambos sonrieron un poco. Timothée volvió a la cabeza a la calle y cuando los automóviles hubieron dejado de pasar, cruzó a la otra acera.
Camille cambió su rumbo y se apresuró a encontrar la entrada del metro.

Amándote En Silencio || Timothée ChalametDonde viven las historias. Descúbrelo ahora