Capítulo 5

723 53 417
                                    

Era casi el amanecer cuando Ben entró en su camarote, desde que Rey estaba ahí, él dormía en cubierta, o en otro de los camarotes más pequeños cuando hacía mal tiempo, la observó dormir y le acarició la mejilla.

—Rey, Rey, despierta.

Entre sueños la ella escuchó la voz y abrió los ojos, se sorprendió al verlo ahí y se sentó en la enorme cama.

—¿Qué pasa?

—Ven conmigo, quiero que veas algo.

Se levantó y se puso una casaca que le había dado Gibbs, el cocinero, el día que habían salido de Takodana junto con más ropa, de hombre claro, pero era lo bastante pequeña como para que no se viera ridícula, había pertenecido a un joven marinero que se había quedado en tierra un par de meses atrás, pero lo agradecía.

Salió detrás de Ben y subió la escalera, al llegar al último escalón, él le pidió que cerrara los ojos y la tomó de la mano para guiarla.

—¿A dónde me llevas?

—Espera.

—¿No me vas a lanzar por la borda, verdad? —preguntó ella con temor.

—¡Claro que no! Quiero que veas esto— la tomó de los hombros y la movió hasta que estuvo mirando a cierto punto —. Abre los ojos.

Rey observó la inmensidad del mar y en cierto punto, una luz que se levantaba, mientras iba subiendo, iba iluminando las montañas de una isla que estaba frente a ellos, el espectáculo era impresionante.

—Que hermoso.

—Bienvenida a tu nuevo hogar, Rey.

Impulsiva, Rey se dio la vuelta y lo abrazó por el cuello, cosa que Ben aprovechó para abrazarla también, ya llevaba días queriendo hacerlo.

—Gracias.

—Espero que seas feliz aquí.

Rey se separó un poco y lo miró, él también la miraba y así como estaban abrazados y tan cerca, Ben cedió al deseo que sentía y se inclinó para besarla, ella se quedó quieta, esperando, sus labios se tocaron y cuando Ben estaba por profundizar el beso, un ruido los hizo separarse.

—Maldita sea —murmuró él, la soltó y Rey lo miró cohibida.

Ben fue a ver qué pasaba y a decirle a Vicrul que se preparara para atracar en puerto, en unos segundos el barco fue un hervidero de actividad y Rey se sorprendió al verlo. Se quedó observando el amanecer hasta que el sol empezó a calentar, para ese entonces ya estaban en la isla, Ben fue a dónde ella estaba, la tomó de la mano y bajaron por la rampa del navío.

Caminaron entre la gente que se afanaba descargando los navíos mercantes que llegaban a la isla, Rey observaba todo realmente sorprendida, todo era bullicioso, colorido y alegre, muy distinto de Jakku. Ben también la observaba a ella, tenía los ojos brillantes y las mejillas sonrojadas, unos niños se acercaron a ellos corriendo y abrazaron a Ben de las piernas.

—¡Capitán Ren, capitán Ren!

Rey vio fascinada como él los saludaba uno por uno.

—¿Qué nos trajo, capitán Ren? —preguntó una niña de unos seis años.

—Vayan con Vicrul, él tiene muchas golosinas.

El griterío de los niños se dejó escuchar y fueron corriendo a asaltar al musculoso marinero que ya los esperaba con una bolsa en lo alto.

—¡Quietos, pequeñas bestias! —gritó Vicrul cuando los vio ir sobre él —. ¡De uno en uno, o no hay caramelos y ya saben, primero las damas!

—¡Sí, señor!

Kylo Ren ( El terror de los siete mares )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora