Kylo Ren ( El terror de los siete mares )

Capítulo 7

 Luke observó el navío hasta que se perdió entre las sombras del atardecer, después volvió a la villa, ya buscaría la manera de sacar a Finn de la isla, pero por el momento se alegraba de que Rey estuviera dónde tenía que estar.

Finn se acercó a él cuando lo vio llegar.

—¡Señor!

—¿Qué quieres, muchacho?

—Me gustaría que me dé autorización para hablar con Rey.

—Me temo que eso no es posible —Luke lo miró ceñudo.

—Ya sé que son las reglas de la isla, pero usted puede estar presente.

—Es que Rey ya no está en la isla.

—¿Cómo?

—Cómo lo escuchas, ella se fue.

—¿Cuándo?

—Hace poco más de una hora.

—¡No, no, no! Ella no pudo haberse ido.

—De hecho, vinieron por ella.

—¿Quien... vino? —preguntó Finn, pero ya sabía la respuesta.

—Tú sabes quién, así que deja de fingir.

—Yo...tengo que...

—Olvídalo Finn, aquí no hay barcos, ni botes, no hay manera de salir de la isla, hasta dentro de tres meses que es cuando se acerca un navío mercante a dejar provisiones. Hasta entonces, tendrás que quedarte aquí.

Derrotado, Finn se alejó hasta llegar a su cabaña, se acercó al fuego y se quedó pensando en todo lo que había hecho para llamar la atención de Rey, nada había funcionado, de nada le había servido mentir.

—Que iluso fui —se acostó en el incómodo camastro y se preparó para pasar los tres peores meses de su vida.

Cuando el navío dejó atrás la isla, Ben dio una serie de órdenes a la tripulación y estaba por besar a Rey de nuevo cuando un barbullo lo detuvo.

—¡Rey! ¡Gracias al creador estás de nuevo con nosotros!

—¡Señorita Phasma!

Se separó de Ben y fue a abrazar a la rubia mujer que llegaba seguida de las dos muchachas que estaban con ella el día que la habían sacado de la isla.

—Solo dime Phasma, cielo. ¿Estás bien?

—Sí, afortunadamente pude mantenerme apartada de Finn y de ese hombre Dameron.

—¿Te dijeron por que atacaron la isla y te secuestraron? —preguntó Ben con los puños apretados.

—Fue culpa de Finn.

—¿Quién es...?

—Después, Kylo —Phasma detuvo la pregunta —. Ahora la muchacha necesita un baño y cambiarse esta ropa. Voy a pedir que bajen agua caliente para la tina.

La mujer se fue y Ben llevó a Rey al camarote principal dónde la volvió a besar, ella correspondió feliz, se aferró a la ancha espalda y gimió entregada a la pasión del pirata. Ben se deleitó en la inocencia e inexperiencia de Rey, pero con mucho esfuerzo se separó un poco de ella sin dejar de abrazarla.

—Ben, aún no puedo creer que estoy aquí, siento que es un sueño.

—No estás soñando, Rey, estás aquí, conmigo.

—Gracias por venir por mí, no hubiera soportado otro día más en esa isla.

—Habría llegado antes, pero tenía que esperar a que Dameron se alejara.