Kylo Ren ( El terror de los siete mares )

Capítulo 16

Advertencia ⚠️ sexo explícito +🔞

Leia volvió a dónde estaba Rey a quien acompañaban Ben y Han y se disculpó por haberla dejado sola. Al parecer a algunas de las invitadas no les había caído nada bien la noticia de la boda de Ben y trataban de ponerla en mal con su nuera.

Lady glotona como le decía Han, la había interrogado para después ir a saquear la mesa del bufé y calmar su enojo con comida.

—Lo siento, al parecer el señor y la señora mi hija está en edad de casarse se pusieron de acuerdo para molestar hoy.

Ben soltó una maldición por lo bajo ganándose un reproche de parte de Rey y de su madre también.

—Ya deberían saber que nada me hará cambiar de opinión.

—Sir glotón lo que quiere es un nieto que ascienda al trono y le garantice una buena vejez.

—¡Han! —Leia reprendió a su esposo entre las risitas de Rey.

—¿Qué? Es la verdad.

—Puede esperar sentado, no voy a renunciar a mi esposa —masculló Ben sujetando con más fuerza a Rey.

—Lo sé, Ben, peso así es la sociedad —Han miró a Leia y está se encogió sutilmente de hombros.

—Siento no poder decirles lo que se merecen.

Ben entendió a su madre, había sido educada en ese ambiente y, además, por su posición tenía que soportar ciertos comportamientos. Justo cómo en ese momento que enfrente de ellos empezaron a desfilar un grupo de jovencitas seguido de otro y todas le lanzaban miraditas a Ben que no volteaba a verlas.

Del otro lado del salón miss glotona veía cómo sus planes no salían cómo ella esperaba, ya que el príncipe no se separaba de su esposa y su díscola hija seguía en las suyas. Por otro lado, Rey tuvo que hacer mucho esfuerzo para no barrer el piso con un par de esas muchachitas y mandarlas a sus casas sin algunos de sus dientes.

—¿Saben qué? —dijo Leia de pronto —, voy a ir a hablar con miss... Enseguida vuelvo.

Leia se alejó y el desfile de jovencitas casaderas siguió por unos minutos más, hasta que Ben decidió retirarse con su mujer.

—Ya estoy harto de esto —la mirada que tenía daba miedo y varios de los presentes sintieron escalofríos —. Papá, ¿nos puedes disculpar con mi madre?

—Claro, hijo. ¿Van al barco?

—No, nos vamos a quedar el resto de la noche aquí, en el palacio, nos vamos por la mañana.

—Entonces nos vemos en la playa al amanecer.

Ben asintió y se alejó con Rey hacía las habitaciones de los invitados, los pasillos estaban solos ya que casi todos los empleados estaban atendiendo a los asistentes a la fiesta, fue entonces que mando al protocolo a volar por la ventana y abrazó a su mujer.

—Te ves hermosa con ese vestido, pero no me deja sentir tu cuerpo —le pasó las manos por la cintura y el costado y solo encontró tela y más tela.

—¿Me ayudas a quitármelo? —preguntó Rey al entrar en la habitación.

Ben dejó sus armas a un lado y tomó una daga que tenía unas joyas en la empuñadura y la cual Rey había pensado que era solo un adorno.

—¿Ben que piensas hacer?

—Quédate quieta.

—¿Pero...?