Capítulo 12

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Advertencia ⚠️ sexo explícito +🔞


El trino de las aves se colaba en la cueva y Rey abrió los ojos abrigada en los fuertes brazos de su ahora esposo, lo observó dormir y le acarició los labios con los dedos, se movió un poco y sintió su erección cerca de su intimidad, sintió una rara sensación y se preguntó si siempre estaba así, tan...duro. La curiosidad pudo con ella y exploró bajo las mantas hasta tomarlo en su mano, un leve gemido escapó de los labios de Ben, pero siguió con los ojos cerrados, había despertado unos segundos después que ella y quería ver hasta donde era capaz de llegar su curiosa mujer.

Rey se quedó quieta por un momento y continuó con lo que estaba haciendo, apartó con cuidado las mantas y descendió por el fuerte cuerpo dejando ligeros besos hasta llegar a su objetivo. Ben observó con los ojos entreabiertos cómo se pasaba la lengua por los labios y se acercaba a tomarlo en su boca, al sentir su lengua envolviéndolo, estuvo a nada de derramarse, con mucha dificultad pudo reprimirse, pero no evitó que un gemido escapara de su garganta.

Rey se retiró pensando que no le había gustado, pero él levantó la cadera buscando el contacto, ella lo tomó en la boca de nuevo, aunque por su inexperiencia no sabía muy bien que hacer y solo lo saboreó con la lengua, Ben se dejó hacer por un momento y la tomó de los brazos para ponerla sobre él.

—Ya es suficiente.

—¿No te gustó? —preguntó con expresión triste.

Él se dio la vuelta para quedar sobre ella y le sujetó ambas manos por encima de la cabeza.

—Me gustó mucho, no sabes cuánto, pero estoy al límite de mi resistencia.

Rey lo abrazó con las piernas y levantó las caderas, sus partes íntimas se rozaban de una manera muy excitante y cuando Ben la acarició se movió tratando de liberar sus manos.

—Mi amor...

— Quédate quieta.

Ambos recordaron que esas habían sido las primeras palabras que él le había dicho el día que se conocieron y perdieron el control, se besaron con pasión, Rey aceptó deseosa la invasión a su cuerpo sintiendo solo una leve molestia que olvidó al instante porque se perdió en el placer que Ben le daba. Él no fue tan cuidadoso con la primera vez y dio rienda suelta al deseo que Rey le provocaba, la hizo suya con fuerza, se apoyó en una mano y la sujetó de la cadera con la otra, aumentó el ritmo sin dejar de besarla hasta que llegaron al orgasmo juntos.

Cuando la tormenta pasó se movieron para estar más cómodos, Ben se separó un poco de Rey y la miró sonriendo.

—¿Qué? —cuestionó ella —. ¿Por qué me ves así?

—Me quedé con la sirena más sensual del mundo.

—Y yo con el pirata más guapo.

—No soy...

—Sí, lo eres, al menos para mi —lo interrumpió Rey y lo besó.

—Está bien, si tú lo dices, así es. Tenemos que irnos —dejó escapar un suspiro pesaroso viendo la cueva.

—Qué pena, ya me está gustando este lugar.

—Te prometo que vamos a volver aquí pronto.

—¿Sí?

—Cuando deje en orden todo lo que tengo pendiente, volvemos y nos quedamos más tiempo.

—Gracias, Ben.

—¿Por qué exactamente?

—Por todo, por darme la mejor noche de bodas y por quedarte conmigo.

—De hoy en adelante todas mis noches te pertenecen, Rey, solo a ti.

Kylo Ren ( El terror de los siete mares )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora