Capítulo 20

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El mar estaba picado, el ambiente se sentía pesado, la tripulación iba de un lado a otro afanados en sus tareas, Rey observaba desde la proa con el presentimiento de que algo estaba por pasar, desde dos noches atrás, cuando se habían encontrado con un extraño navío. El grumete le dio un pequeño susto y la sacó de sus pensamientos cuando se acercó a ella.

­—Señora, le habla el capitán.

—Gracias.

Fue tras él hasta donde Ben estaba y se quedó junto a él esperando un momento, Vicrul y Trudgen se retiraron y los dejaron solos.

—¿Estás bien?

—¿Qué pasa, Ben? Todos en el barco se ven tensos, como si esperaran algo.

—Algo se acerca, ellos lo sienten.

—Pero ¿qué es lo que se acerca?

—No sé, es como un sexto sentido, quienes llevan años en el mar ya están acostumbrados a estas cosas.

—¿Es peligroso?

—Mucho.

—A veces tu sinceridad me asusta, Ben —le reprochó ella con mala cara.

—No te puedo mentir, Rey, no a ti. Es ahora cuando necesito que confíes en mí y en toda la tripulación, tu seguridad depende de ello.

—Entiendo —Rey se quedó mirando las olas embravecidas y tomó la mano de Ben.

—Se que tienes miedo, pero confía en mi —le pidió él de nuevo, no voy a permitir que te hagan daño.

Rey hizo un gesto afirmativo y volvió a mirar el mar que en ese momento no era azul como siempre, si no gris, como el ambiente que reinaba en el barco.

—¿Dónde estamos?

—Cerca de un lugar llamado Exegol.

—¿Eso es malo?

—No es conveniente estar aquí, si no vienes preparado.

—Ben...

—Mira —la interrumpió el y señaló un punto en la lejanía —un par de navíos se acercaban a donde ellos estaban.

Rey reconoció el barco de Han, pero el otro era desconocido para ella, calculó que por la distancia a la que estaban, tardarían al menos un par de horas en acercarse. Decidió bajar al camarote, no se sentía bien y quería recostarse.

—Voy a bajar al camarote.

—Ve, te sigo en un rato.

Ben se quedó observando la lejanía, había temido ese momento durante semanas, pero era necesario que enfrentara lo que estaba por llegar si quería que su familia estuviera segura, o nunca estaría tranquilo.


Muy lejos de ellos, en Ahch-To, una embarcación bastante rustica se alejaba de la playa, Finn había decidido hacerse a la mar, no había podido esperar un día más a que llegara el navío mercante que le dijeron que se acercaba a la isla cada tres meses, ya que esos tres meses se habían convertido en cuatro, Luke observó desde el risco sin hacer nada, unos días atrás había descubierto lo que el malhumorado huésped tramaba.

Decidió no decir nada para ver hasta donde era capaz de llegar y al parecer si había encontrado el valor para salir de la isla por sí solo, volvió a su cabaña y se olvidó del mundo, que ellos arreglaran sus problemas y que a él lo dejaran en paz en su isla.

Finn batallaba con las olas sin saber muy bien a donde dirigirse, lo único que quería era irse de esa isla donde había pasado los peores meses de su vida, esperaba llegar a tierra firme, no importaba donde, solo que fuera lejos de Ahch-To, buscaría la manera de volver a Takodana y esperaba que Maz lo recibiera de nuevo.

Kylo Ren ( El terror de los siete mares )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora