quince; uno mejor

7.6K 532 210
                                    

capítulo excesivamente largo, traigan los pochoclos.

Había llegado temprano al campo de entrenamiento, hoy el colectivo no se tardó ni un poco en llegar.

Me había quedado toda la noche boludeando con Sofía para tratar de distraerla y de paso yo igual. Estaba cansadísima.

Estaba en el banco cagándome de frío con un café en mano, haciendo todo lo posible para no congelarme en estos momentos.

Escuché una risa fuerte que se me hacía completamente conocida; era Martín que venía empujando a Julián.

Desde el beso que no me había mandado señal de vida, andaba extrañada la verdad. ¿No le gustó?

Estos días anduve confundida, por solo ver cómo se había esfumado cuando había estado todo lo más bien. Por suerte no me lo cruzaba mucho, pero era bastante obvio que me evitaba y me fastidiaba.

Quería hablarle, pero tampoco tendría que acercarme; solo había sido un beso y un lindo momento que pasamos, pero... ¿por qué el cambio repentino?

El tiempo había pasado bastante rápido; faltaban pocos minutos para que el entrenamiento de hoy terminara.

Había sacado bastantes fotos. El entrenamiento de hoy era uno importante, como todos, pero hoy empezaba la Libertadores.

Sentí mi teléfono vibrar, así que lo saqué para mirarlo.

"Nuevo mensaje de marcosandreff"

Marcos: ¿Qué haces?

Sonreí al ver su mensaje, y empezamos a hablar.

Con Marcos venía hablando casi todos los días desde que nos conocimos en lo de la tía. La pasábamos hablando de fotografía y demás cosas que teníamos en común; era muy agradable y me distraía bastante.

— ¿Con quién hablas? Mucha sonrisita. —alcé mi vista y vi a un Martín pícaro.

A su costado estaba Julián, que pasó a mi lado serio apenas miré.

— Hoy nos juntamos en la casa de uno de los chicos; venite con Sofi. —volvió a hablar.

— No sé si va a querer ir Sofi... Está el boludín de tu amigo. —respondí.— Espero que no sea una estrategia para que se vean.

— No, boba; está todo mal con Enzo. —lo miré extrañada. Quería preguntarle qué había pasado, pero las ganas de hablar con Julián aparecieron de la nada.

Y como si el universo hubiera conspirado a mi favor, escuché al entrenador decir que por hoy había terminado. Así que me dirigí hacia la otra punta, donde estaba Julián, ayudando a juntar los conos. Quería preguntarle qué había pasado.

— Hola. —saludé con un hilo de voz y me puse enfrente.

Por alguna razón, estaba nerviosa y no quería.

Él no me dijo nada; solo seguía juntando los conos, ignorándome por completo.

No estaría entendiendo ni una mierda en estos momentos, y la paciencia se me desbordaba; tenía muchas cosas mezcladas.

fulmini; julián álvarez | en ediciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora