dieciséis; pasto para el ganado

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Estaba mirando el techo hace veinte minutos desde que llegué. No me acordaba como había llegado pero al menos estaba en mi casa.

En estos momentos el techo se veía entretenido para pensar... Había soñado que me tatuaba, así que ahora también lo estaba pensando seriamente...

Algunas se cortan el pelo cuando tienen una crisis, yo también pero esta vez voy por un tatuaje.

Me muevo un poco para poder estirarme y poder agarrar mi celular y caigo en cuenta que Sofía no estaba conmigo.

Como me lo esperaba tenía un mensaje de ella diciendo "Estoy en donde ya sabes".

Bufo.

Quería responderle el mensaje quejándome pero prefería recriminarle todo en persona. Después me la tenía que bancar llorando y no es que me molestaba, odiaba que se sienta mal por inútiles.

Sigo mirando las notificaciones y tenía una solicitud de mensaje.

"fedegirotti35 quiere enviarte un mensaje"

llegaste bien?

Quedo pensando unos minutos ¿Quién mierda era este?

Entro a su perfil y al ver las fotos recuerdo y empiezo a recordar todo.

Julián.

Julián me había besado y después de eso sólo lo empujé y me fui hacia donde estaba Federico. Me sentía un poco mal por haberlo empujado, pero no iba a dejar que me bese de la nada cuando estaba enojada.

Fede vio la situación y empezó a cargosear toda la noche y gracias al alcohol que nos hizo entrar en confianza muy rápido. De la nada éramos amigos de toda la vida. Hablamos de muchísimas cosas, me había hecho sentir demasiado bien y cómoda. Él fue quien me pidió el uber cuando vio que no daba para más.

Lo de Julián seguía siendo raro...

Las palabras de Fede se me vinieron a la cabeza
"Tiene miedo" ¿Pero de qué? ¿A qué le temía Julián?

Sí, le había ventilado todo a Federico ahora que lo recordaba.

— Soy una tarada.— agarro la almohada para pegarme.

No sabía ni quien era Federico como para contarle todo. Seguro todo el plantel se enteraría de esta jodita.

Seguro ya estaba alucinando por el pedo que llevaba, no sé de que más hablé con Fede pero estoy segura que le conté toda mi vida.

Sigo mirando las notificaciones y tenía una de Marcos. Automáticamente se me hizo una sonrisa en el rostro.

marcos: espero que hayas llegado bien
te vuelvo a repetir
que linda estabas anoche
bueno que linda estas
gracias por no pegarme una ñapi por el beso


llegué como pude pero llegué
y no agradezcas, yo bondadosa

Después de estar un rato largo acostada me levanté para bañarme y despavilarme, sino no la contaba.

Se me vino a la cabeza el beso inesperado con Marcos y yo solo sacudo mi cabeza... Había sido raro pero no me había disgustado.

Marcos me caía bien, teníamos muchas cosas en común cosa que hacía que tengamos mil cosas de que hablar y eso no me aburría, me entretenía y la pasaba bien hablando con él... Pero no sé si fue buena idea lo del beso, por más que no me haya disgustado, no quiero que flashe algo.

Cuando miro por la ventana había un sol hermoso, estaba perfecto para salir a caminar. Quería llamar a Sofi pero caí que seguro todavía estaba en la casa del otro y Martín ni hablar, el hijo de puta me mandaría a la mierda si lo despierto a esta hora un domingo.

fulmini; julián álvarez | en ediciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora