dieciocho; quería evitar el amor y la vida color de rosa...

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—Me despidieron.— descorcho el vino.

—¿Qué? ¿Por qué?— me mira con sorpresa Sofía.

—Ya está en mejor estado el fotógrafo que teníamos.— Fede sale del baño y se sienta al lado de Sofía.

Era sábado y como me terminaron echando no quedaba otra que tomar un vino para curar penas.

Igual decir que me echaron era muy brusco pero quería hacer drama.

Fede me quería apoyar "emocionalmente", o sea, romperme las bolas, que es lo que se estuvo dedicando en estas semanas desde que empezamos a hablar y salir.

Nos habíamos vuelto muy cercanos.

—¿Ahora quién se paga el tequila?— yo les paso dos copas de vino a ambos y ellos se lo toman todo.

—Ah, pero yo soy la dolida acá.— me tomo un sorbo de la copa.

—¡Da! Pero la estadía fue buena, ¿no?— pregunta Fede y yo me pongo enfrente de él, negando completamente, y Sofía me seguía el movimiento.

—Un horror.— Sofía se sirve más vino.

—Canudo me regaló una casaca.— río.

—¿De quién?— pregunta Fede.

—No tengo idea, la verdad. No lo abrí.— respondo.

La noche iba transcurriendo tranquila.

No teníamos ganas de salir. Fede nos había contado que hoy todos los chicos salían, pero él no tenía ni ganas.

Así que acá andábamos los tres, tomando vino y hablando de la vida. Más bien chusmeando, porque Fede sabía todos los chismes del plantel y de otros futbolistas.

Entro a Instagram para chusmear y veo unas historias de Martín y su grupito con varias minas.

Paso las siguientes y veo que Sofía había subido un vídeo con Fede pelotudeando.

—Yo les invité y ni para una foto me dicen.— hablo con dramatismo.

—Escucha el vídeo, salís puteándonos.— yo río y miro a Fede, que se mordía el labio mirando su celular.

—¿Pasa algo?— se me adelanta Sofía al preguntar.

Fede niega con la cabeza y extiende su teléfono para dejar escuchar en altavoz un audio.

—¡SE BORRÓ DURAZNITO DE LA VILLA! ¡SE LLEVÓ TODA LA PLATA DEL BLINDADO!— con Sofía nos miramos y vemos la pantalla que decía "tintincho".— ¡NOS ACOSTÓ A NOSOTROS, SUS AMIGOS!— se escuchaban a varios gritar y la música de fondo era presente.— NOS DEJÓ A TODOS SIN UN CENTAVO, FEDE PUTOOO, TIRA GENTEE.

—¿Y esto?— pregunto divertida.

—Ayer también salieron.— responde Fede.

Con Sofía nos empezamos a cagar de risa y él pone otro audio.

—¡MÍRALO A DUTAZNITO VIVIENDO LA BUENA VIDA!— se había saturado todo el audio.— ¡Qué onda, gil de mierda! ¡Qué no me entere que ahora le tiras los galgos a Sofi!

fulmini; julián álvarez | en ediciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora