El castigo del Oso

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Mizu: Yo emocionada por esto y lo deje olvidado. ¡Hoy finalmente haré el castigo de candyastartea!

Candy: Ya te estabas tardando y eso que me tomé la molestia de buscarte el set.

Mizu: No me culpes. Lo hablamos por privado y yo por ahí casi no paso.

Candy: Pero si me andabas insistiendo en el castigo.

Mizu: ¡Ya sé, pero pasaron muchas cosas!

Candy: Excusas baratas de autoras irresponsables.

Mizu: ¿Quién me has creído? ¿Akihiko?

Candy: Al menos el termina entregando los trabajos del mes.

Mizu: ¡Yo nunca dije que tenía fechas de entrega, así que se joden!

Kirishima: ¿Ya terminaron? Nos queremos ir.

Candy: No, no quieres.

Kirishima: No quiero que Hiyo se quede en este lugar.

Hiyori: Pero me gusta venir, papá.

Mizu: Y a mí me gusta que vengas Hiyori —respondí.

Candy: Ya quería conocerte —comenta abrazando a la menor —. Debiste invitar a las demás al día de la mujer.

Yokozawa: Aléjate de ella, no quiero que la sigan contaminando.

Mizu: A ver, mamá oso, nosotras no hicimos nada malo. Y si lo dices porque ahora es Fujoshi, eso no es contagioso, solo adictivo.

Yokozawa: Eso no suena mejor.

Mizu: Ya sé, soy terrible para estas cosas, especialmente cuando no las pienso. Pero el punto es que la culpa empezó por ustedes dos —señalé a los adultos.

Kirishima: ¿Y nosotros qué tenemos que ver?

Mizu: Todo. Tú fuiste el que se buscó una pareja hombre; no digo que sea malo, pero Hiyo se encariño con ambos, es difícil no ver al Oso como una madre...

Yokozawa: ¡Deja de decirme madre!

Mizu: ... Y terminó sabiendo que ambos son pareja, ¿esperabas que no viera eso como algo normal? Dónde llegues a decir que no, te invito a romper con Yokozawa y buscarte una mujer.

Kirishima: ¡Eso ni de broma! —responde abrazando a su pareja. Hiyo sacó una cámara (que yo le regalé) y les tomó una foto.

Hiyori: La enmarcaré y la pondré en la sala.

Mizu: Ten este —Le entregué un marco con ositos.

Hiyori: ¡Gracias Onee-san!

Mizu: Candy explicará el castigo, yo me llevaré a Hiyo para que vea: Castillo bajo el mar. Tampoco soy tan desgraciada, como para ponerla a ver cosas fuertes —Me llevo a Hiyori a una habitación.

Candy: Ustedes vendrán conmigo —empieza a jalarlos hasta la habitación donde les dejamos sus juguetes.

Yokozawa: No. Me voy —el Oso intenta huir, pero llegonyo y lo vuelvo a meter en la habitación.

Mizu: Ya les había dicho que no se irán hasta mañana.

Candy: Seguro ya se imaginan que deben hacer —comenta girando en sus manos unas esposas de terciopelo.

¿Verdad, Reto o Castigo? Sekai-ichi Hatsukoi & Junjō RománticaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora