Mizu: Soy terrible, jajaja, realmente soy desconsiderada. De haber recordado que hoy era el cumpleaños de Miyagi, habría retrasado un poco el reto de Shinobu.
Shinobu: No esperaba estar en una silla de ruedas, en su cumpleaños —comentó desde su silla.
Mizu: Eso te pasa por gemir tanto.
Shinobu: ¡Tú me dijiste que lo hiciera!
Mizu: Debías tocarte mientras gemías un nombre, con una vez bastaba, pero tú te dejaste llevar y como te devolvieron el doble, a saber cuántas veces lo gemiste.
Miyagi: ¿Podrían dejar de hablar acerca del tema?
Mizu: Lo siento Miyagi, me encanta molestarlos.
Shinobu: Bruja.
Mizu: Y con orgullo, repollo. Y hablando de repollos —saco uno de mi nevera y se lo meto en la boca a Shinobu, provocando que su cara se pusiera verde —. Este es mi regalo por tu cuadragésimo cumpleaños y una especie de medicina para él. Shinobu te hará un rico pastel.
Miyagi: No aprecias para nada mi vida, ¿cierto?
Mizu: No, pero es tu cumpleaños y como escuché por ahí: es el día en que las personas fingen que les importas y te prestan atención.
Miyagi: Gracias —respondió de mala gana.
Mizu: Me lo ibas a decir de todos modos. Mira esto —agarré otro repollo y se lo acerco a Shinobu.
Shinobu: ¡Aleja esa porquería de mí! —giró la cabezo poniendo una expresión de asco.
Miyagi: Okey... ¿Qué clase de lavado cerebral le hiciste a mi pareja?
Mizu: Repulsión. No durará más que un día, pero es suficiente para que obtengas de él, una comida decente. Puedes usar mi cocina, Shinobu. ¡Pero que no quede como en San Valentín!
Shinobu: Sí, sí. Cómo sea —Se va a la cocina y nosotros dos nos quedamos en el sofá.
Pasaron alrededor de cuatro horas, pero finalmente Shinobu le tenía lista a Miyagi una buena cena y un pastel, completamente libres de repollos.
Shinobu: Para ti no hay nada —comentó refiriéndose a la comida.
Mizu: Al cabo que ni quería probarla. Yo cocino mucho mejor y mi Loli lo puede confirmar. ¿A ti quién te lo confirma?
Miyagi: Basta. Me gustaría disfrutar de la cena que me hizo mi pareja —Le sonríe a Shinobu y éste se sonroja.
Miyagi prueba un poco de su plato y se queda con el tenedor en la boca.
Mizu. ¿Que tal sabe? —le pregunté con una sonrisa burlesca.
Miyagiv Sa... sabe bien —siguió comiendo hasta acabar todo. Lamentablemente, no hice a Shinobu un mejor cocinero.
Mizu: ¡Hora del pastel! —lo traje al centro de la mesa, ambos felicitamos a Miyagi y partimos el pastel, los coloqué en dos platos y se los pasé.
Miyagi: ¿Tú no querrás? —me ofreció del suyo. No le daría el gusto.
Mizu: Shinobu dijo que para mí no había. Pueden tenerlo todo —Me hice la ofendida, observando con diversión como probaba su torta de cumpleaños —. ¿Está buena?
Miyagi: Dulce... —respondió tomándose un vaso de agua.
Mizu: Me alegra que lo disfrutes, hay tendrás otras comiditas que te hará tu linda pareja.
Shinobu: No me digas lindo.
Mizu: No me parece muy amable decirte feo, pero si eso quieres, f... —Miyagi me tapo la boca.
Miyagi: No.
Mizu: Bien, bien —aparté su mano de mi cara. Fui a la cocina y empaque el resto de la cena, la puse en bolsas y se las pase a Shinobu —. Seguro querrán pasar el resto de su cumpleaños juntos. No los retengo más tiempo.
Shinobu: Vámonos, Miyagi. Te prepararé otras cosas al llegar a casa.
Miyagi: Urra... —Desganado, sigue a Shinobu hasta la puerta, en donde los despido a ambos.
Mizu: No fue totalmente mi idea. Miyagi dice que Shinobu está mejorando en la cocina, pero también que quisiera tomar un descanso de sus repollos. No le salió muy bien. Ya les había dicho que no haré más cosas exóticas para los cumpleaños, así que no jodo más con esto. Nos leemos luego, bye.
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¿Verdad, Reto o Castigo? Sekai-ichi Hatsukoi & Junjō Romántica
De TodoSimple y sencillo mis Fujoshis, Fudanshis y amantes del BL. Vamos a hacer sufrir un poco a nuestras parejas favoritas, con el fin de divertirnos un rato. Pero les advierto que no soy buena comediante.