Ethan
Hay un tipo de personas con doble sentido. Puede ser una ventaja o una pesadilla. En mi caso es lo segundo.
Mi madre era una de esas personas y yo también. Tuve un presentimiento el día que el señor Vance me nombró guardaespaldas de su hija, el día de la muerte de mamá, y cada vez que una familia me sacaba del orfanato. Desde que hemos pisado el maldito hotel tengo un mal presentimiento, va a pasar algo malo, y eso no falla. No a mi.
El pecho se me oprime con fuerza, la cabeza me estalla de dolor, y las piernas me flaquean en cada paso que avanzo.
Las dos recepcionistas rubias no están en su puesto de trabajo, es la hora del descanso. Son pareja de los guardias de seguridad. Lo más probable es que estén liándose en el diminuto cuarto de esos chicos. Una manada de turistas pasan por nuestro lado con total normalidad. El hotel está demasiado tranquilo y silencioso para ser real. No me fio una mierda.
¿En qué momento hemos vuelto a la muerte segura por un perro?
La respuesta a las preguntas está a mi lado. Tessa Abernathy, está sentada en el colchón de nuestro dormitorio con el perro sobre las piernas. La miro con enfado pero tengo una sonrisa en los labios. Sólo ella puede estar así de tranquila mientras medio mundo la está buscando por América, y media Europa. Sigue con esa ropa horrorosa y la gorra en la cabeza. No suena muy favorecedor pero está preciosa.
- Theresa. Tenemos que irnos - la aviso mientras cierro las ventanas y las cortinas.
El psicópata de mi jefe, (ex jefe) ha puesto un francotirador en cada edificio de la ciudad. Pretende volar mi cerebro de un disparo si es necesario para tener Tessa de vuelta a América. No he dejado de tener la impresión de estar vigilado desde que el rostro de mi novia está publicado en enormes carteles en el que pone "Menor secuestrada" "Hija y heredera del multimillonario Vance Abernathy"
El primer paso que he hecho es destrozar los móviles en añicos y lanzarlos a un lago sucio y inmenso.
Millones de hombres están buscando a Tessa. Es una misión imposible pero no voy a rendirme. Si tengo que estar el resto de mi vida en la cárcel por secuestro lo estaré. No voy a permitir que se salgan con la suya. No me conocen. No lo suficiente.
- Odio que me llames así - protesta la rubia detrás de mi. Me giro a mirarle y suspiro. Cody saca la lengua y me mira con decepción. Como si supiera que yo no quería venir a por él. Le da besos a su dueña en la mejilla, perro desagradecido. - Me he duchado y he hecho las maletas. ¿Dónde vamos a ir?
Eso mismo me estoy preguntando yo
- No lo sé - admito rascándome la nuca. Por primera vez en mi vida me siento un inútil, no sé que hacer.
- Oye, mírame - deja al perro en el suelo y se acerca a mi - No importa el lugar, ¿si? La prioridad es que estemos juntos, tú y yo. - apoya la cabeza en mi pecho - No pienso permitir que mi padre arruine mi futuro, no contigo. ¿Me prometes una cosa?
Soy un hombre de palabra. En los casi veinte años que tengo jamás he incumplido una promesa, ¿Por qué iba a hacerlo con el amor de mi vida?
Me mira preocupada con ese brillo azulado en sus preciosos ojos verdes. El color esmeralda ha sido sustituido por el celeste. Le cambian de color bajo la lluvia o cuando está muy triste. Entonces hago memoria buscando la razón que me hizo conocerla, han pasado muchas cosas desde ese día. Ha vuelto a convertirse en esa niña rubia que vi por primera vez en la mansión. Mi niña rubia.
ESTÁS LEYENDO
Mi guardaespaldas.
Teen FictionEran personas totalmente diferentes. Él... Ethan:Era un chico de diecinueve años con un duro pasado,agresivo,inmaduro,sobreprotector,egoista,...se podia decir que era una mezcla de todo lo malo. Ella... Tessa:Era una niña de dieciseis años,dulce,ami...