Tessa
Le hice caso a mi padre y me puse uno de esos malditos vestidos que nunca sacaba del armario. Al bajar las escaleras y ver que le había obedecido en utilizar tacones me sonrió orgulloso.
Para mi sorpresa, mi guardaespaldas no dijo absolutamente nada en todo el trayecto, estaba muy perdido en sus pensamiento para empezar una conversación. Sigo sin tener ni idea de que le pasa pero sus puños apretaban el volante con más fuerza que nunca, se nota a kilómetros lo furioso que le pone esta situación.
-Nena - susurra al aparcar el coche en la puerta de un hotel. Su mano se aferra a mi brazo impidiendo que abra la puerta.- Sé que Vance es un hijo de puta con todas las letras pero necesito que me prometas una cosa.
Asiento con la cabeza. Sus ojos verdes repasan mi cuerpo de arriba a abajo escaneando cada curva que marca la tela azul.
- No lo beses, no dejes que lo haga.- súplica. Sus labios besan mi mejilla con lentitud y cierro los ojos inconscientemente. -No quiero matarlo del todo, la ultima vez que lo vimos quería violarte.
¿Enserio piensa que no me acordaba?
Un escalofrío recorre mi cuerpo al recordar esa noche. Las piernas me tiemblan sobre el asiento al igual que las manos. No puedo, no puedo hacer esto.
-No voy a entrar a ese restaurante, quiero irme. Vámonos de aqui- hablo rápidamente sin querer desabrochar mi cinturón. - Vámonos de aqui, Ethan.
Ethan desabrocha ambos cinturones de seguridad al ver que entro en pánico, se acerca a dónde estoy y suspira rodeando con rostro.
-Escúchame...
-¡He dicho que me quiero ir!- sollozo negando una y otra vez con la cabeza cuando mis ojos se encuentran con el chico que me está esperando en la cera de enfrente, Nicholas.
La ventaja es que los cristales están especialmente hechos para que nadie pueda ver quién hay en el interior.
Ni de coña voy a cenar con el chico que abusó de mi, es algo ilógico.
Te odio Vance, no sabes cuánto. Si mi madre viera lo que me está haciendo...
- No te va a pasar nada, Tess. Estate quieta...- suspira cansado ese tono que no me gusta nada. Tratándome como a una niña de cinco años. Sin hacerle caso, niego con la cabeza y intento liberarme de su agarre dándole manotazos en el pecho.- ¡Para Tessa, joder!- explota después de llevarse dos puñetazos. Sus manos cogen mis muñecas con fuerza y me obliga a apoyar la cabeza en su pecho de piedra.
- Tranquilizate- habla con firmeza esperando a que deje de respirar de forma entrecortada. Mis párpados están relajados mientras me centro en escuchar los latidos acelerados de su corazón. - Tienes que confiar en mí.
-Confio en ti- confirmo levantando el rostro para mirarlo a los ojos. No estoy mintiendo, confio en él más que en nadie pero eso no quita que no me pueda dar el ataque de pánico que estoy teniendo.
- Voy a vigilar todo el tiempo, no voy a dejar que te haga nada lo sabes de sobra- promete rozando mi frente con su boca.- Te quiero, Tess.
Sin perder más minutos, elevo la barbilla para estar a su altura, enredo los dedos en su cabello rubio y junto mis labios con los suyos. Este como respuesta acarica mis piernas desnudas con las manos y las sube hasta mi trasero. Un gemido neutral sale de su boca al apretarlo ligeramente.
- Te quiero, Ethan
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No voy a mentir. El paisaje es bonito, acogedor y admirable.
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Mi guardaespaldas.
Teen FictionEran personas totalmente diferentes. Él... Ethan:Era un chico de diecinueve años con un duro pasado,agresivo,inmaduro,sobreprotector,egoista,...se podia decir que era una mezcla de todo lo malo. Ella... Tessa:Era una niña de dieciseis años,dulce,ami...