CAPITULO 25 (Terapia)

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Tessa

Tengo la cabeza apunto de explotar.

Tanta información me bloquea por completo.

¿Porque diablos le seguí el beso? Lo único que ha conseguido es volver a destrozarme lenta y dolorosamente.

Han pasado un par de horas desde que hemos llegado a casa.

Snake no ha dejado de hacer preguntas sobre que ha pasado pero no me apetece contárselo todo. Le he dicho que no me encontraba bien y que luego se lo contaría, por suerte, lo ha comprendido.

-¡Vance!- llamo a mi padre enfadada.

Estoy harta de que el baño esté cerrado bajo llave, entiendo que desconfíen de mi pero con quitar los objetos afilados era más que suficiente.

Por desgracia la mía, Ethan entra en su lugar por la puerta de mi habitación. Sus labios rosados aún están hinchados del beso que me ha dado antes.

Con un suspiro, busca la llave de la puerta en su chaqueta y la abre sin tener el valor de mirarme.

- Gracias- mascullo insultándome mentalmente por ser tan buena.

"No tienes que darle las gracias por nada. Lleva meses jugando contigo"- me recuerda mi conciencia.

Sin decir ni una palabra, me da la espalda y sale de mi habitación dando un portazo. Un poco más y convierte mi puerta giratoria.

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Al día siguiente miro la agenda del instituto dándome cuenta de la fecha en la que estamos. Los exámenes finales son la semana que viene y todavía no he abierto ni un libro.

Al estar ingresada en el hospital, Vance llamó al director para explicar la situación por la que estábamos pasando en mi casa y este dijo que me tomara un par de semanas de descanso, que lo entendía perfectamente.

Todos los profesores han puesto la confianza en mi. Siempre he sido una chica muy responsable y aplicada en los estudios por lo que no están preocupados por mis calificaciones.

Deberían de preocuparse, y mucho.

El examen más cercano que tengo es el de inglés. No sé cuántas horas paso en el escritorio estudiando hasta que cierro el libro derrotada y lo guardo en la mochila. Algunos conceptos se me han quedado en la cabeza pero no lo suficiente para poder aprobar, no me puedo concentrar.

El idiota de siempre tiene la música altísima. Desde que me he levantado a entrado un par de veces a mi habitación sólo para comprobar que estoy sana y salva y ha vuelto a irse a su cuarto.

Estoy harta

Necesito despejarme urgentemente.

Si fuera por mí, me iría a correr sin destino hasta cansarme y no volvería a esta casa. Ya no tengo razones para estar viviendo aquí.

Me corrijo. Si hay una.

- ¡Vamos, Cody!- lo llamo alegre para que me miren ese par de ojos rodeados de pelos. Mi perro bosteza cansado al igual que yo pero se levanta del suelo y me sigue por las escaleras.

Al llegar al salón Vance me espera en el sofá con las manos cruzadas sobre su regazo, está hablando con alguien.

- Buenos días- me saluda Cristina haciendo que mi sonrisa desaparezca. ¿Es necesario que venga todos los santos días?

- Buenos dias- contesto por educación acercándome a ellos. Vance se levanta y camina hasta la cocina para dejarnos las dos solas. Se nota a kilómetros que está acojonado de que cuente toda la verdad.

Mi guardaespaldas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora