Mi guardaespaldas.

CAPITULO 23 (Trato)

Ethan

- Tessa Abernathy se ha desmayado por un descenso de nivel de azúcar en la sangre. La última vez que la vi pesaba cinco kilos más y por la forma con la que respondía a las preguntas me veo obligado a llamar a un psicólogo. Esa niña tiene un trastorno de estrés postraumático.- habla el doctor que siempre atiende a Tess mirándonos a todos.

Vance asiente con la cabeza sin ninguna expresión en su rostro como si no le afectara lo que acaba de escuchar. Sin Danna a su lado saca su verdadera forma de ser. El verdadero padre que es.

Snake suspira en silencio. No sé que hace aquí ha venido hace diez minutos pero parece muy preocupado por su hermanastra.

Suyin y Jenna se han quedado en la sala de espera. No podíamos entrar tantos en la consulta.

Sasha y Trevor se han quedado con una niñera en casa. No podía traerlos aquí.

Lo único que me alegra es saber que Liam está ingresado en el hospital. ¿Soy mala persona por ello? En realidad, no me importa en absoluto. De hecho, estoy aliviado.

-Ahora mismo no puede recibir visitas. Le hemos puesto goteros y un calmante muy fuerte, en breve podrá marcharse a casa.- continua diciendo colocando bien sus gafas. Sus ojos negros se desvían a mi como si supiera que soy la persona más preocupada de esta habitación. Seguramente tengo un aspecto horrible. - He llamado a Cristina. Es una mujer muy agradable con mucha experiencia en estas situaciones.

-¿Es necesario la atención de una psicóloga?- interviene Vance con el miedo reflejado en sus ojos. Solo espero que Tessa diga toda la verdad y acabes en entre rejas por maltrato, hijo de puta- pienso para mi mismo sin apartar la mirada del suelo.

El doctor asiente con la cabeza sin rodeos. Seguramente ha visto lo mal que estaba Tessa y ya sabrá lo que está ocurriendo.

-Ahora si me disculpan tengo cosas que hacer. Pueden salir.- añade muy serio en tono de orden.

Vance se levanta de la silla después de Snake sin decir ni un "Gracias" y salen de la consulta.

Justo cuando me levanto para hacer lo mismo una mano me retiene del brazo.

- No sé que diablos le ha pasado a esa chica pero soy lo suficiente listo para saber que eres el único que parece importarle. Conozco a Tessa desde que era pequeña, cuidala.- me suplica el doctor entrecerrando sus párpados con desconfianza. Al no saber su nombre bajo los ojos al diminuto cártel que cuelga de su bata blanca.

- Lo haré. Muchas gracias Edward.- me despido omitiendo el detalle del espanto de nombre que tiene.

Salgo por la puerta con lentitud sin ninguna ganas de hacer nada y ignoro a todos sentándome en una de las sillas. Otra vez en este lugar, otra jodida vez.

Alguien se sienta a mí lado pero no me molesto en saber quién es, no es necesario miralo. El olor que desprende su colonia me hace arrugar la nariz con repugnación.

Su mano me acaricia el hombro pero lo esquivo con rapidez apartando su tacto de mi.

- Sé que me odias ahora mismo pero he hecho lo correcto- me lee el pensamiento muy seguro de sus palabras. Una carcajada sale de mi garganta.

-Darle a tu única hija palizas y dejar que lo hagan. ¿Es lo correcto?- respondo sarcástico mirando la hora que marca en el reloj. Llevamos más de tres horas aquí, corrijo: Yo llevo más de tres horas aqui.

Un largo suspiro sale de su boca pero no está arrepentido.

Pudrete en la mierda, Vance.

- Liam al menos sabe cumplir con su trabajo y no se folla a mi hija- contraataca con rencor cruzándose de brazos. - Ahora por tu culpa vuelvo a quedarme sin guardaespaldas.