Tessa
Estaba muy equivocada
De pequeña pensé que después de la muerte de mi madre, nunca iba a pasar por algo más doloroso. Estaba plenamente equivocada.
Por una parte, sé que lo hice con buena intención. Lo último que quería era meter a Ethan en más problemas, no podía ni puedo permitir que termine en la cárcel por mi maldita culpa. El no se lo merece, ni eso ni nada malo, es la persona más increíble que he conocido jamás.
Por otro lado, no volvería a hacerlo.
Al sentir unos labios desconocidos sobre los míos afirmé una vez más los sentimientos que guardo hacia mi guardaespaldas. Nicholas me besaba con ansias, de forma salvaje, sin amor ni cariño, lo único que me causó ese beso fueron náuseas y arcadas, sólo con recordarlo me estran ganas de cepillarme los dientes.
Con Ethan todo es diferente. El dolor de sus ojos me partió el corazón a pisotadas, anoche en el coche no me miraba como siempre. La traición y la decepción se reflejaba en sus pupilas.
He hecho daño a la única persona que me importaba de verdad, y probablemente al único chico que me quería y cuidaba más que a si mismo.
Lo que más me martiriza de esto es que tiene toda la razón del mundo. Le puse los cuernos delante de sus narices y si hubiera ocurrido al revés yo no podría perdonarlo.
Maldite sea, ¿Porque siempre lo arruino todo?
¿Porque siempre alejo a las personas de mi?
Tal vez, Chloe no decía mentiras cuando me acosaba en el instituto. No merezco la pena, soy una cria penosa que hace planes penosos sin sentido.
- No llores, Tessa. Lo hacías por su bien- habla la voz de Jenna detrás de mi. Suyin se queda callada con la boca de par en par pero no me defiende ni hace intentos de animarme.
Esta vez, no soy yo la víctima.
- Está destrozado, Jenn - tartamudeo dolida dando vueltas por la habitación. La impotencia recorre mi sistema nervioso pero es lo que hay, no hay nada que pueda hacer para que me perdone y tengo que entenderlo.
Mis amigas se miran entre ellas y suspiran al mismo tiempo. Ambas siguen alucinando.
- No tienes que estar mal. De todas formas, ese chico era un capullo- interviene la asiática sin darle importancia. Jenna imita mi gesto fulminándola con la mirada.
- ¡No vuelvas a hablar mal de él!- exploto dándole una patada al armario dónde guardo miles de vestidos que apenas he estrenado. Los dedos de mis pies sufren el impacto y hago una mueca de dolor.
Suyin se levanta del colchón pero no se disculpa conmigo, sólo mira su cuerpo delgado en el enorme espejo. Está revisando como le queda el bikini.
¿Eso es lo más importantes ahora?
- Quitate el pijama, depilate y ponte el bikini. Nosotras te esperamos en el salón- sonríe Jenna algo incómoda. Me conoce demasiado.
Sin añadir nada más, coge a Suyin del brazo y se le lleva de mi habitación, cosa que agradezco. Un minuto más y le tiro el armario en la cabeza.
Con un bufido miro la hora en el reloj de mi habitación, camino hasta la pequeña mesa donde tengo la ropa interior, busco un bikini que me convenza y me decido por un conjunto azul. Mi padre me regaló muchísima ropa por mi cumpleaños, aunque suene desagradecido no me importa, el amor no se compra con dinero.
Vance es un hijo de puta, no tengo ni idea de que pretende vendiéndome a Nicholas pero no lo van a conseguir.
" Centrate, Tessa"- me repito en voz alta alejando ese tema de mi cabeza.
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Mi guardaespaldas.
Teen FictionEran personas totalmente diferentes. Él... Ethan:Era un chico de diecinueve años con un duro pasado,agresivo,inmaduro,sobreprotector,egoista,...se podia decir que era una mezcla de todo lo malo. Ella... Tessa:Era una niña de dieciseis años,dulce,ami...