CAPITULO 40 ( Vuelo )

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Tessa

La nieve cubre mis botas, con una sonrisa confusa continuo caminando a la puerta principal del aeropuerto.

Si, al aeropuerto. Habéis leido bien.

Seguramente os estareis preguntando dónde voy pero lo mejor de todo es que no lo sé. Mi amado novio y guardaespaldas me ha obligado a preparar y organizar todas mis maletas. Obviamente he obedecido encantada. No sé a que destino se dirige mi sorpresa pero no tengo ninguna problema.

Después de hacer esa maldita entrevista los periodistas no han dejado de perseguirnos por la calle, somos las portadad de las revistas, el tema de conversaciones de las televisiones, y la pesadilla de mi padre.

En el fondo siento un poco de lástima, sus negocios se están arruinando, sus jefes no van a ascenderlo, ha perdido millones de dólares, y ahora es la pura representación de "Mal padre", ya es público. No era mi intención pero he hecho lo correcto y soy una gran fan del karma. Todo el sufrimiento que le haces pasar a una persona lo terminarás sufriendo tú.

- Señorita, levante los brazos - ordena un hombre sacudiendo mis pensamientos, es un guardia de seguridad.

Mis ojos recorren su aspecto de arriba a abajo, va vestido con un traje azul muy elegante, una gorra y unas gafas de sol. Casi rio con el último detalle. ¿Dónde ve el sol? ¡Las diez de la noche! ¡Lleva gafas de sol a las diez de la noche y en puro invierno! Desde luego hay personas muy desquiciadas.

- Por favor. Quitate el abrigo, la bufanda, el bolso y el collar - dice más malhumorado perdiendo la educación. Su dedo indice señala el " collar" en forma de corazón. Es la piedra que me regaló Snake en la playa. Nuestra unión de hermanastros, como él lo llama.

- Si, claro - respondo avergonzada. Lo último que me apetece ahora es meterme en más lios. Me quito lo que me ha dicho y miro como escanea cada bolsillo vacío hasta que se queda conforme y me devuelve las cosas.

- ¿Qué diablos es esto? - pregunta al supervisar el bolso. La cabeza peluda de Cody es descubierta por el sudamericano antipático. Si piensa que mi perro no va a venir conmigo lo lleva claro...

Sin él, no me voy a subir al avión. Es lo único que he querido rescatar de esa estúpida mansión.

- Es mi perro y viene conmigo.

- Lo siento mucho guapa pero no puede viajar. Necesita un pasaporte emitido por un veterinario que certifique que el perro se ha vacunado contra la rabia entre 30 días y 12 meses antes del vuelo. - explica haciendo una mueca de asco. Cody le lame las manos y ladra para que lo coja en brazos, no le gusta estar con personas desconocidas. Es miedoso pero no es agresivo.

- Pero...

- ¡En un bolso por el amor de Dios! - exclama con una carcajada. Se está riendo de mi. - Es obligatorio el uso del transportín hasta el desembarque del avión. ¿Piensas que hacer esto es gratis? En este aeropuerto hay unas normas...

Cody se mueve inquieto y llora nervioso. El muy bruto lo ha cogido mal y le está haciendo daño en la barriga.

Su discurso no se alarga más de la cuenta. Un brazo rodea mi cintura atrayendo mi pequeño cuerpo al suyo y sonrio más tranquila. Ethan fulmina con la mirada al tipo y rescata a Cody de sus manos para dármelo a mi. Él entiende más que nadie lo que significa este perro para mi.

- Que sea la última vez que le hablas asi a mi chica. ¿Te queda claro?

Lo amo

- Yo...no le estaba hablando mal sólo he dicho que..- tartamudea el guardia que me saca una cabeza sintiéndose diminuto al lado del rubio.

Mi guardaespaldas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora