Ethan
Mis párpados actúan solos, llevo diez segundos contemplando la escena y aún abro y cierro los ojos como si fuera una pesadilla.
No
Esto no está pasando.
Los labios de ese capullo se mueven contra los de mi chica mientras ella continúa el beso rodeando su cuello con los brazos. Me cago en la puta.
Nicholas gime excitado acercándola más a él, sus asquerosas manos la sujetan por la cintura para que no se separe.
No lo soporto. No soporto presenciar esto más tiempo.
En otra situación iría hacia ellos, lo apartaría de ella a puñetazos hasta matarlo y nos iríamos a casa pero esta vez no. Me niego a hacerlo, ella no parece disgustada con el tacto de otro hombre en su cuerpo.
Apretando los puños me dirigo al coche con el corazón a mil pulsos por minuto y me encierro en el vehiculo de un portazo.
¿Porque ha hecho eso?
¿Porque me ha hecho eso?
Varias preguntas pasan por mi mente, mis manos aprietan las llaves con fuerza. Maldita sea.
El dolor que siento en el pecho es tan grande que tengo que apoyar la cabeza en el volante. La imagen se repite una y otra vez, no puedo respirar.
La única persona que me importaba de verdad acaba de decepcionarme, me ha roto el corazón y me ha dejado roto delante de mis narices. No le ha importado que yo esté mirándola mientras ella disfrutaba de otros labios sobre los suyos.
¿Eso es lo que yo significaba para ella?
¿Tan mal me he portado, joder?
Ha incumplido la única súplica que dije antes de entrar a ese restaurante, lo ha besado.
El ruido de la puerta me avisa de que acaba de subir al asiento de copiloto, ni si quiera puedo mirarla. No quiero saber nada de ella, se acabó.
- Ethan- susurra con la voz temblorosa rompiendo mis entrañas del todo. La ignoro.
- Mirame, por favor- añade acariciando mi nuca con sus largos dedos. El gesto me hace explotar y la aparto bruscamente.
A la mierda
- ¡Me has puesto los cuernos, joder!- grito más furioso que nunca controlándome para no dejarla tirada en este sitio. Sus ojos verdes se humedecen con arrepentimiento pero no dice nada. - Eres una...
-No te pases, Ethan- me interrumpe adolorida bajando la mirada a su regazo. Sin poder evitarlo dirigo mis ojos a sus labios rosados e hinchados, el pintalabios se ha esparcido por su boca.
Mi nariz se arruga con repugnación y a esta no se le escapa ese detalle.
- No me mires así, por favor.- solloza ocultando su cara con las manos. Un ruido sale de su garganta minutos después, está llorando.
-¿Cómo quieres que te mire Tessa? ¡¡Has besado a otro tío!! - le recuerdo enfadado de que sea ella la que quede como una víctima. Esta vez no la he cagado yo, hoy no. - Si yo hiciera eso no me perdonarías en la vida.
-Lo sé- admite frunciendo el ceño sólo con imaginarlo. Una lagrima se desliza por las pecas de su mejilla pero no se la limpio, por muchas ganas que tenga de abrazarla no voy a dejar que me manipule de esa manera. Por muy enamorado que esté lo que ha hecho no tiene ningún tipo de excusa. - Hay una explicación.
- Me importa una mierda.
- Escuchame...
-¡No te quiero escuchar! ¡Cállate de una vez! - exploto dándole un puñetazo al volante. Tess se encoge asustada pero no me regaña, desvía la mirada a la ventana. Sé que la estoy tratando fatal pero ahora no puedo ser de otra forma. - No te quiero oír en todo el trayecto.
Dicho esto, obedece con un asentimiento de cabeza. ¿Porque me siento mal por ella? Odio eso, joder.
Enciendo la pantalla táctil, pongo la música a todo volumen y arranco el coche.
Lo único que me apetece ahora es dormir lo que queda de noche, y si es posible, sólo.
Tenerla al lado ahora es sentir un millón de puñaladas en el pecho.
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Al abrir la puerta de casa no me espero a que ella pase primero como hago normalmente.
Para mi sorpresa, Vance nos espera en el salón con una sonrisa en el rostro y un revista de deportes en las manos.
Se levanta del sofá y abre los brazos de par en par orgulloso esperando a que su hija se acerque a abrazarlo.
Maldito hijo de puta
Si no fuera por él, nada de esto habría pasado. Tess estaría durmiendo conmigo en la habitación y nos pasaríamos toda la noche viendo esas odiosas series que tanto le gustan.
- ¿Qué tal la cena mi niña?- pregunta remarcando el mote, unos tremendos celos invaden mi sistema nervioso pero disimulo cruzando los brazos.
Tessa ignora su muestra de cariño y se encoge de hombros sin mirarlo.
- Bien- responde cortante. No se me escapa el detalle de cómo esconde un mechón de su pelo detrás de su oreja llena de piercings.
Su belleza natural me hipnotiza como de costumbre con cada cosa que hace. Es preciosa y ni siquiera tiene que esforzarse para serlo.
La imagen de Nicholas vuelve a mis pensamientos y dejo de mirarla. Jamás se me va a olvidar esa mierda, me está matando poco a poco.
- Ya me ha dicho que te has portado muy bien- sigue hablando Vance. Tessa hace una mueca de disgusto al ser tratada como una niña pequeña pero no se defiende.- Me ha costado muchos años conseguirlo. Me alegra que por fin te des cuentes de que tienes que obedecerme.
No le pegues, Ethan. No le pegues.
- Quiero ir a dormir. Estoy cansada- miente la cria apartándose cuando su padre va a acariciar su mejilla.
- Está bien. Recuerda que mañana tienes que madrugar, es el cumple de Danna. Iremos todos juntos a la playa-dice autoritario. Estoy seguro de que Tessa no tenía ni idea pero asiente con la cabeza y se marcha apenada.
Mis ojos se desvían inconscientemente a su trasero mientras sube a su habitación y desaparece de mi campo de visión.Ese maldito vestido marca sus curvas a la perfección.
Inmediatamente, la sonrisa de Vance deja de existir y aprieta la mandíbula sacando su verdadero carácter cuando se asegura de que su hija ya no nos escucha.
- Tú no vendrás mañana- suelta señalando el segundo piso con el dedo. ¿Me está dando órdenes a mi?
Una amarga carcajada sale de mi garganta
- Yo no soy Tessa, y por suerte tampoco tu hijo. No voy a hacerte caso ni hoy, ni nunca. - aclaro sacando el dedo corazón. Hoy no estoy para aguantar más tonterías.- Tú me contrataste para ser el guardaespaldas de Tessa, me dijiste que no podía perderla ni un minuto de vista y eso es exactamente lo que voy a hacer. Hasta mañana, Vance.
Le regalo mi mejor sonrisa y le doy la espalda dejándolo sin argumentos.
Al caminar por el pasillo me detengo en la puerta cerrada de Tess, y la abro un poco para poder vigilarla antes de entrar a mi habitación.
La idea de dormir es la mejor de todas. La única manera de hacer olvidar esta noche unas horas.
Por desgracia, las pesadillas no me lo permiten.
-Hola. ¿Qué tal? Espero que os guste el capítulo.
Os adoro♡♡♡
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Mi guardaespaldas.
Teen FictionEran personas totalmente diferentes. Él... Ethan:Era un chico de diecinueve años con un duro pasado,agresivo,inmaduro,sobreprotector,egoista,...se podia decir que era una mezcla de todo lo malo. Ella... Tessa:Era una niña de dieciseis años,dulce,ami...