Cap. 35

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Fueron días silenciosos.

Chen Feiyu ignoró el silencio lo más que pudo. Buscó ocupar su cabeza, apagar sus sentimientos con el deber y la responsabilidad. Y aunque estaba asfixiado por el trabajo y los estudios, todavía sentía una pesada carga en su corazón.

Sus labios siempre hormigueaban con el recuerdo del último beso con Yunxi. Recordó el peso de su cuerpo, sus brazos alrededor de su cuello, su olor.... También recordó la expresión de Yunxi entre la breve lujuria y la tristeza antes de alejarse. 

Cuanto más días pasaban, mas podía sentir la distancia como un gran vacío imposible de tapar. La primera semana tras su marcha, volvió a sus viejos hábitos. Evito las redes sociales, dudo en borrar el número de Yunxi. No lo hizo. Revisó una red social occidental y tuvo la tentación de ir a las etiquetas con el nombre de Yunxi. Tampoco lo hizo.

Feiyu intentó adaptarse a su nueva realidad. Una realidad donde no estaba Luo Yunxi a su lado.

Pero Intentar no era tan fácil como parecía. En realidad, seguía escapando.

Una noche, acostado en su cama, sacó el celular y decidió afrontar la situación. Al cabo de un rato vio la cuenta oficial de Haoyixing en Weibo. Se publicaron las últimas fotos del rodaje y de la cena de celebración y en la mayoría de las fotos pudo ver a Yunxi sonriendo. 

Y bastaba con descubrir que unas simples fotos producían en Feiyu un profundo anhelo incontenible.

Las redes sociales se apresuraron en subir una grabación de su video de despedida. Y a los primeros minutos de la publicación hubo mucho revuelo al respecto.

Mierda.

Feiyu no había pensado en las consecuencias. Tampoco pensó que el vídeo llegaría tan lejos. No lo había hecho como un último recurso para convencer a Yunxi. Dios, en ese momento... Feiyu se dejó llevar por sus emociones. Porque esas dos palabras encerraban tantos sentimientos románticos y apasionados que era difícil contenerlos y empujarlos hacia lo más profundo de su corazón.

Chen Feiyu recibió el llamado de su manager quejándose de su acciones pero Feiyu no estaba dispuesto a aclarar sus palabras. Feiyu fue cuestionado y mientras unos atribuían esta palabra de cariño con la complicaciones con el idioma, otros, sospechaban de su relación con Luo Yunxi. Su manager le pidió que no volviera a hacer nada precipitado mientras empezaba a idear un posible plan de acción.

Feiyu había pasado la mitad de la noche despierto. Al final, durmió unas pocas horas, se levantó por la mañana con las llamadas de sus padres.

Sus padres estaban preocupados, su manager los había puesto al tanto de los últimos acontecimientos y Feiyu suspiró frustrado. No quería agregarles más problemas a sus vidas. No cuando su familia era el foco de críticas constantes. Realizó una videollamada para tranquilizarlos y después de hablar por unos cuantos minutos con cada uno, su madre pidió hablar a solas con él. Su padre entendió y se despidió, pidiéndole a su esposa que no ocupara todo el tiempo de su hijo.

Su madre no era ciega. Feiyu estaba seguro que lo sabía.

—¿No volviste a verlo?—el tono de voz de Chen Hong fue directo, sin vueltas. No se oía molesta o decepcionada. Solo era una madre preocupada por su hijo.

—No—susurró.

Hubo una breve pausa y luego la voz de su madre se suavizó.

Estas sufriendo... No necesitas fingir conmigo.

Al escuchar las palabras de su madre, los hombros de Feiyu se desplomaron hacía abajo, en un movimiento abatido. Siempre fue cercano a su madre. Ella había descubierto muchas cosas sobre él, sin que se las dijera. Sabía cuándo estaba triste y cuando feliz, cuando necesitaba aislarse o cuando necesitaba un abrazo. ¿De qué serviría mentirle ahora? No podía engañarla.

DOS ALMAS [CHEN FEIYU/LUO YUNXI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora