Cap. 26

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La mañana llegó para Luo Yunxi. Abrió los ojos de par en par y gimió en clara protesta. Había llegado al hotel a altas horas de la noche y sólo había dormido unas horas. Yunxi se giró entre sus brazos y miró la almohada vacía que tenía a su lado. Sus pensamientos de seguir durmiendo fueron sustituidos por otros nuevos que tenían nombre y apellido: Chen Feiyu.

Chen Feiyu había vuelto a su hotel.

Yunxi quería que Chen Feiyu se quedara, pero éste se negó a ceder y se despidió con muchos besos. Su novio protector, cuidándolo una vez más.

Le hacia falta Feiyu. Luo Yunxi cerró los ojos por un momento y su mente se detuvo en recordar el rostro y el cuerpo de Chen Feiyu. La perfección para Luo Yunxi. Cómo necesitaba despertarse con él, acurrucarse y sentir una de las manos de Feiyu rodeando su espalda y la otra acariciando su pelo. Sintiendo su presencia envolverlo en una gran calidez.

Parpadeó para que sus pensamientos se esfumaran. Si seguía por ese camino de examinar la estética de Feiyu y cómo se sentía, la lujuria se apoderaría de él.

Luo Yunxi se sentó en la cama y sacudió la cabeza mientras se reía entre dientes. Chen Feiyu causaba muchos efectos en él.

Yunxi quería dejar de pensar, pero era imposible. Después de levantarse para pedir el desayuno y enviar a Feiyu un mensaje de "buenos días", seguía echando de menos los momentos con su joven amante. La última noche que pasaron juntos la disfrutaron, olvidando todas sus preocupaciones. Esa noche se adoraron, fue delicioso. Esa noche, Chen Feiyu lo llevó a una deliciosa aventura.

¿Quién podría imaginar algo así?

Luo Yunxi se rindió a las atenciones de Chen Feiyu.

Fue a tomar una ducha rápida con la única reflexión que estaba viviendo una hermosa locura.

Era mediodia y Yunxi suspiró mientras hacían una pausa. La cinta blanca de la frente le picaba y necesitaba un retoque de maquillaje después de llorar en la escena. Por suerte, su asistente le secó la cara y le pasó un ventilador de mano para que se refrescara. Chen Feiyu se acercó y ambos hablaban mientras veían los niños jugar. Uno de los niños estuvo a punto de chocar con él si no fuera porque Feiyu lo apartó. Chen Feiyu murmuraba sobre el grupo de alborotadores y Luo Yunxi contuvo una risa que quería escapar de sus labios. Feiyu era el menos indicado en hablar sobre el tema, ya que su novio se habia divertido jugando con un soplador de aire unos días atrás. Después de un rato, Chen Feiyu, se convirtió en el monstruo grande y feroz, y empezó a correr hacia los pequeños. Luo Yunxi estiró la cabeza hacia atrás, riéndose de la situación.

Feiyu escuchó su risa y lo acusó de divertirse a su costa. Yunxi respiró profundamente pero no pudo calmarse. Los niños intentaron llamar la atención de Chen Feiyu, pero éste se dirigió directamente hacia él. 

¿Qué haría Chen Feiyu? Lo asaltaron mil escenarios, desde un beso apetitoso hasta el deseo de perseguirlo por todo el set de rodaje. El último pensamiento parecía ser el correcto.

Luo Yunxi miró hacia arriba para detenerlo, pero Chen Feiyu estaba demasiado preparado para arremeter.

Retrocedió, pero Feiyu fue más rápido y lo atrapó.

Se miraron y Chen Feiyu abrió los labios para susurrar: Me gustas como eres.

Luo Yunxi se sintió tímido por la sorpresa y dijo: A mí también me gustas.

Pero era algo más que gustar, y ellos también lo sabían.


***

Cuando su asistente le dijo que era capaz de vencer todos los obstáculos no solo lo decía por su relación con Chen Feiyu.

Luo Yunxi terminó la llamada y sintió una punzada en su sien. Pensar en juicios y abogados le traían una gran dolor de cabeza. Él había comenzado tarde su carrera como actor. El don del baile y el canto no lo llevaban a un camino directo pero le abrió las puertas con facilidad. Como una vez le expresó a Chen Feiyu, quería mostrar su amor por el mundo de la actuación. No era por la fama. Yunxi tenía muy en claro lo que proporcionaba la fama pero a él no le interesaba. Algunos a quienes se le habían subido la fama a la cabeza se creaban un mundo nuevo, olvidandose sus raices. Luo Yunxi no era así y nunca quería ser de esa manera. Nunca permitió que las luces del entretenimiento lo cegara. Todo lo que tenía era por su esfuerzo.

Chen Feiyu compartía el mismo camino que él. Feiyu no se entregaba a la adulación y era muy serio con respecto a la actuación.

Hablando de Feiyu... Luo Yunxi supo que su novio acabaría el rodaje en pocos días. Yunxi esperaba que Chen Feiyu se quedara unos días más hasta que el terminara.

¿Era egoista pedirle unos días más de su compañía? Era un hombre adulto que podía estar solo un tiempo... pero siendo sincero, con Chen Feiyu los días serían más fáciles.

Luo Yunxi suspiró mientras estaba revisando su teléfono celular. Solo... Dios, necesitaba uno tiempo más para aclarar su mente.

Suspiró una vez más.

Unos pasos se acercaban a él y sus pensamientos fueron interrumpidos por el escuadrón de alborotadores. Se enderezó, esperando que los niños hablaran.

— Gege... ¿Sabes dibujar? — preguntó  con curiosidad el pequeño Xia Sini.

Luo Yunxi asintió y los niños se entusiasmaron.

La niña escuchó y preguntó:

— ¿Puedes dibujar para nosotros?

— Claro, ¿qué dibujos quieren?

— Mariposas y flores — dijo la niña.

— Bien, pero no tengo lápiz y papel.

Los niños parecían decepcionados. Lamentablemente Luo Yunxi no podía complacerlos esta  vez.

— Gege... — llamó el pequeño MoRan.

— ¿Sí?

— Tengo esto — mostró un marcador. Pero no uno normal, sino un marcador de almas gemelas.

— Lo siento, pero no puedo dibujar con ese marcador. 

— Mi hermana mayor dice que funciona. La gente puede hacer muchos dibujos con él.

Luo Yunxi no sabía cómo explicarlo. Aquellos niños aún no entendían el concepto de alma destinada y, por su confusa mirada, parecía que sus padres no habían hablado de este tema en particular.

Volvió a intentar decirles que era imposible, que el marcador era mágico y que sólo podrían utilizarlo una vez que crecieran.

Pero no había funcionado.

Uno de los pequeños tenía los ojos llorosos. Y si se ponía a llorar, era muy posible que los demás le siguieran en cadena. O peor aún...  recibiría la visita de madres enojadas.

Luo Yunxi suspiró por tercera vez. ¿A dónde estaba el gege divertido cuando se lo necesitaba? Chen Feiyu estaba realizando escenas a parte en estos momentos.

— Está bien —  escuchó los chillidos de alegría— . Pero sólo una vez, ¿entendido?

Yunxi sonrió ante la seriedad del grupo de niños. 

—¿Preparados?—Él no lo estaba. Luo Yunxi estiró el brazo y se arremangó.

Su piel había sido escrita tantas veces que unas simples marcas en la piel de la otra persona no supondrían ninguna diferencia. 

Aunque una parte de él temía las represalias.

Aquí voy....

Levantó el marcador y empezó a dibujar en su brazo una mariposa posada en una flor de cinco pétalos.

Luo Yunxi no sabía en ese momento que, al mismo tiempo, Chen Feiyu gemía al sentir la sensación de hormigueo en el brazo.


Esa noche los dos habían cubierto la marca y mientras Luo Yunxi se sentía aliviado al no sentir ninguna otra marca como respuesta, Chen Feiyu se sentía inquieto.

DOS ALMAS [CHEN FEIYU/LUO YUNXI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora