Cap. 13

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El corazón de Chen Feiyu tarareaba de felicidad. A través de la ventana, los rayos de luna entraron e iluminaron el dormitorio. Feiyu miró a la figura que dormía sin preocupaciones y una cálida sonrisa salió de sus labios. ¿Cómo pudo ser tan afortunado? ¿Cómo había ganado el corazón de Luo Yunxi?

No.

No ganar.

Dar, su conciencia le dijo. Luo Yunxi le había dado su amor libremente. Y era recíproco. Aunque los dos no expresaron sus sentimientos directamente, lo sabían. Ellos sabían que su relación podría ser un felices para siempre si así lo querían.

Un gemido lo sacó de sus pensamientos, la figura dormida comenzó a moverse, y el gemido se convirtió en un gruñido.

—Feiyu...

Luo Yunxi estiró su mano buscando a su pareja.

—¿Feiyu...?

Luo sintió que la cama se hundía y su frente fue besada por unos cálidos labios. Yunxi abrió los ojos y parpadeó para adaptar su vista en la oscuridad.

—Vuelve a dormir...

—No tengo sueño, ¿por qué no estabas aquí?

—Eres terco— Feiyu dijo divertido—. Tuve que apagar las velas que seguían encendidas. Yunxi es una persona romantica pero no deseo que haya un accidente.

—Mmm... ¿Quién es romántico?—murmuró.

—Tú.

—Tonterías... ¿Qué hora es?

—Es medianoche.

—Temprano.

—No para ti. Trabajas mucho y descansas poco.

—Feiyu...

—¿Cómo te encuentras?

Luo Yunxi notó el leve tono de preocupación en la pregunta y cualquier rastro de sueño desapareció.

La parte inferior de su cuerpo estaba un poco entumecida y se sentía dolorido en los lugares correctos. Era un pequeño precio a pagar por querer ser uno con Feiyu. Se adaptaría... con la práctica.

—Estoy bien—le dijo, acurrucado en los brazos de Chen Feiyu. ¡Cielos! Se sentía tan fácil caer en los brazos de Feiyu. Parecía que el joven también sentía lo mismo porque lo tenía aún más apretado contra él.

—No quiero hacerte daño.

—No lo hiciste.

—Mi entusiasmo...

Luo Yunxi lo interrumpió.

—Los dos lo queríamos. Los dos nos dejamos llevar. Yo... Feiyu no me arrepiento de lo ocurrido.

Chen Feiyu sonrió y sus labios temblaron de emoción.

—Ah... Me haces caer de  rodillas a tus pies—  Feiyu susurró mientras acariciaba el pelo de Luo Yunxi con su nariz. Escuchó un resoplido y estaba seguro que su amante estaba avergonzado—. ¿Quieres... hacerlo de nuevo?

—¡Chen Feiyu!—protesto el hombre mayor—. Desvergonzado.

Tonto... Te aprovechas de tu juventud.

Y sin embargo, los recuerdos, las imagenes de sus cuerpos aferrándose a una dulce y excitante agonía de placer calentaron su corazón y le hicieron sonrojarse aún más.

Chen Feiyu se reía. Esa risa abierta, sincera, ligeramente molesta que Luo Yunxi amaba. Le encantaba ver a Chen Feiyu reír, sonreír... ser feliz. Luo Yunxi quería ser parte de esa felicidad. Quería seguir compartiendo esa felicidad con Feiyu.

DOS ALMAS [CHEN FEIYU/LUO YUNXI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora