Dejaron el restaurante y caminaron en silencio. Luo Yunxi levantó la cabeza y miró al cielo. La luna llena era tan brillante y atractiva que lo bañaba con su luz, acompañándolo a cada paso.
¿Quería huir de Chen Feiyu? Si le hubieran hecho esa pregunta hace semanas atrás, habría respondido que sí. Que no dudaría en escapar de este joven que había perturbado su paz y tranquilidad.
Pero eso era el pasado. Porque ahora Yunxi podía admitir que Feiyu estaba despertando sentimientos dentro de él que quería abrazar. ¿Cuántas lunas había visto en las noches cuando pensaba en su alma gemela y en la idea de enamorarse? ¿Cuántas lágrimas silenciosas derramó pensando que nunca tendría esa oportunidad? Al principio, desconfió de Chen Feiyu. Sospecho que para el hombre joven era sólo una diversión pasajera. Pero Luo Yunxi había cambiado de opinión con sólo ver en esos ojos una gran sinceridad, un gran deseo y descubrimiento.
Estaba dispuesto a dejarse amar.
Yunxi estaba tan inmerso en sus pensamientos que no vio el pequeño bache en el suelo. Luo Yunxi tropezó y perdió el equilibrio por un segundo. Estaba a punto de caer si no fuera por la mano de Chen Feiyu que lo sostuvo, evitando que cayera. Luo Yunxi parpadeó, avergonzado y aún más avergonzado cuando Chen Feiyu puso la otra mano en su espalda. El cuerpo de Chen Feiyu estaba muy cerca y un ligero temblor lo atravesó cuando alzó levemente la cabeza y observó de cerca el rostro de Feiyu.
La diferencia de altura le jugaba una mala pasada mientras Chen Feiyu tenía una clara y limpia ventaja sobre él.
—¿Estás bien?—Chen Feiyu preguntó con voz preocupada. Pero Luo Yunxi también podía sentir un ligero tono seductor que envolvía su voz.
El joven había bajado la cabeza para mirarlo y Luo Yunxi intentó nivelar su miradas.
—Sí.
Chen Feiyu suspiró al escuchar su respuesta. Su cálido aliento era una caricia, un suave roce, en la cara de Luo Yunxi.
—Yunxi siempre parece tan seguro de sí mismo. ¿En qué estabas pensando que no podías ver el camino?
Chen Feiyu se veía tan tranquilo mientras él quería gritar: ¡Estaba pensando en ti! Pienso en ti y pierdo la razón... Pierdo mi corazón.
Ignoró la pregunta.
—Yo—tosió—, ya... Ya puedes soltarme.
Si no me dejas ir ahora voy a abandonar todos mis escudos aquí mismo y dejar que dirijas todo.
La mano en su espalda fue la primera en retirarse. Y en lugar de sentir un vacío, le dejó un agradable cosquilleo.
Luo Yunxi dio un paso atrás pero Feiyu todavía le sostenía el brazo.
—Te acompañaré al hotel—dijo Chen Feiyu en voz baja. Era una propuesta tentadora. El motivo por el que habían dejado el restaurante. Pero Chen Feiyu había dejado que Yunxi decidiera, dándole la oportunidad de rechazarlo y olvidarlo todo. La idea de los dos en su dormitorio envió a Luo Yunxi una ola de calor que se extendió en su interior.
—Está bien—dijo Luo Yunxi bruscamente—, pero suéltame.
Chen Feiyu sacudió la cabeza.
—Eres muy malo—dijo con un puchero en los labios.
—Eres una persona irritante, ¿lo sabías?
—Lo sé.
Y para confirmarlo, Chen Feiyu deslizó su mano desde su brazo, deteniéndose un momento por su muñeca, hasta llegar a su palma y dedos. La caricia lo agarró desprevenido y jadeó. Feiyu continuó con su tarea; atrapó su mano y besó los nudillos durante un tiempo antes de volver a caminar para encontrar un taxi.
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DOS ALMAS [CHEN FEIYU/LUO YUNXI]
FanfictionChen feiyu es inmaduro. O, al menos, eso es lo que le dijo su hermano mayor cuando Feiyu se burló de la idea de tener un alma gemela. "Nunca digas cosas de las que te puedas arrepentir después". El hermano mayor tenía razón. Chen Feiyu debería come...