El Fin

𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝗇𝗎𝖾𝗏𝖾

¡Bob faltaba!

¡Daryl y Carol habían desaparecido!

Simplemente se fue, sin que nadie supiera adónde fueron o qué les pasó.

La inquietud de Harry había aumentado de nuevo. Al principio había pensado que era su agotamiento físico y mental después de su charla lo que lo estaba mareando, pero luego ya no pudo encontrar a Bob al lado de Sasha.

Y había comenzado a extrañar la presencia silenciosa y silenciosa de Carol y notó que el peso tranquilizador de la mirada de Daryl sobre él había desaparecido.

Cuando preguntó a dónde se habían ido los tres, se había producido un silencio opresivo, nadie más se había dado cuenta de que estaban desaparecidos en primer lugar.

Bueno, mierda!

Daryl se había convertido en su gran manta de seguridad desaliñada ... Lo que en sí mismo era un poco vergonzoso nunca antes Harry había dependido tanto de otra persona. Y aterrorizó a Harry.

Daryl no se había ido tanto tiempo, e iba a regresar ... Solo tenía que hacerlo.

¡Así que contrólate Potter! Todo va a estar bien.

A menos que no fuera ... Bob, Carol y Daryl se habían ido.

Y Rick y Sasha estaban perdiendo la cabeza por eso.

Sasha y Rick habían estado sobre el padre Gabriel como arpías, ambos escupiendo desconfianza y acusaciones al hombre tembloroso que no había sido capaz de oponer resistencia a su ira combinada. El hombre lamentable había negado cualquier participación en la ausencia de sus amigos desaparecidos o tener algún vínculo con un grupo externo.

Pero Rick no dejó de exigir respuestas sobre las misteriosas inscripciones que marcaban el costado de la iglesia. Después de ser confrontado enérgicamente por el ex oficial de la ley, el sacerdote era un desastre y sollozaba confesando que había mantenido las puertas de la iglesia cerradas al inicio del brote y se había negado a abrirlas para los miembros de su congregación que habían venido en busca de refugio del apocalipsis. en su iglesia.

No había abierto las puertas dejando sus ovejas a los lobos, escuchándolas gritar pidiendo ayuda mientras eran devoradas.

"El señor te envió aquí para finalmente castigarme" Gabriel había llorado cayendo de rodillas abrumado por la culpa. "Estoy maldito. Estaba condenado antes. Siempre cerré las puertas ... Siempre cerré las puertas ... "

El desprecio de Rick por el hombre débil había sido palpable... su silencio le parecía a Harry más condenatorio que cualquier violencia. Considerar que esta imagen de miseria no merece ningún castigo o reacción ...

Harry se había agachado frente al hombre que lloraba dándole un pañuelo para que se secara la cara.

"No creo que nadie aquí te mate por lo que has hecho. Tu vida no terminará convenientemente ahora solo porque te estás ahogando en la culpa. Sería una salida demasiado fácil, ¿no crees ...?

Los ojos abiertos de asombro habían buscado en verdes brillantes cualquier tipo de misericordia. El pequeño británico no había encontrado nada de eso para el hombre en sí mismo.

"Tenías la posibilidad de elegir entre lo que era correcto y lo que era fácil. Y ahora vivirás una larga vida con esta carga tratando de expiarla. No mereces la muerte todavía ".

Gabriel se había estremecido ... paralizado por la conmoción y el miedo.

Estoy maldito. ¡Estoy maldito!