🍼55🍼

388 42 4
                                    

NARRADOR:

Caminó por los pasillos del hospital, le faltaba algunas horas para completar su turno como interno, y volver a recostarse sobre una cama. Estudiaba para ser un gran cirujano, y pasaba noche sin dormir para lograr su objetivo, por lo que tenía que competir con otros para ser el mejor.

Sabía que los días en los hospitales jamás serían tranquilo, siempre había una emergencia, como ahora.

—¡NO ME TOQUEN!¡NO ME TOQUEN!.— un grito desgarrador de escuchó, Jimin la reconoció al instante, era una paciente con ataques psicóticos que llegó con la mañana con su hija.—

Esta sostenía unas tijeras con ambas manos, apuntando a quien trataba de acercarse.

—Señora, baje esas tijeras, nadie quiere hacerle daño.—hablo Yoongi.—

Min Yoongi, cirujano de 28 años, de piel blanca y ojos negros, y cabellos castaños, el mejor del hospital, cada persona que pasaba por sus manos, salía recuperada. Se dice que hasta el día de hoy, jamás falló en una cirugía, no perdió ningún paciente. La meta de Jimin era superarlo. Él era el encargado de los nuevos internos, así que Jimin aprovechaba para aprender mucho de él. Aunque muy en el fondo de su corazón, sabía que no era del todo cierto.

Los internos que tan solo eran cinco contando con Jimin, estaban rodeando a la señora que se ponía cada vez más violenta. Con un poco de suerte lograron tomar la mano que sostenían las tijeras, y los internos se acercaron para sostener sus extremidades.

La pierna de aquella señora, impactó con fuerza sobre el rostro de Jimin, haciéndolo tambalear para caer al suelo y golpeando su cabeza. Cuando trato de levantarse se mareo y vio fijamente el suelo, para ver unas gotas de sangre. Mierda, le había roto la ceja.

—¿¡Jimin estás bien!?—hablo Yoongi inyectando un tranquilizante a la señora, quien comenzó a caer inconsciente.—

Jimin no contestó, pero asintió. Con ayuda de sus compañeros se puso de pie, tenía un ojo cerrado porque la sangre había caído por aquella zona de su rostro.

—Iré a saturar la herida.—dijo con aquella sonrisa que tranquilizaba a los demás.—

Yoongi se acercó y lo tomó del brazo para llevarlo a un cuarto vacío.  Se puso guantes de látex, y le ordenó que se sentara en la camilla.

P-puedo hacerlo, no es tan grave, doctor Min.—trato de explicar Yoongi.—

Yoongi no respondió ante el pedido de su interno, su lindo interno, de cabellos negros y ojos claros, labios gruesos y brillantes, y un talento increíble. Tomo el mentón de menor quien comenzó a sonrojar ante la cercanía.

—No te muevas.—murmuró Yoongi, y Jimin se quedo estático, mirando el hombro derecho de Yoongi, no se atrevía a mirarlo.—

Yoongi desinfectó y saturó la herida de la ceja con mucho cuidado, y puso una pomada para que no le quedara moretones y pudiera seguir con sus deberes.

—Si sientes mareos, ven a verme para volver a revisarte ¿bien?.—hablo el cirujano, y Jimin asintió tímido.—Hablo enserio Jimin, la última vez que paso un accidente similar, te desmayaste en la sala de cirugía por tu falta de cuidado.—

No me lo recuerde, estoy tratando de olvidar eso.—se quejo Jimin.—

Eres parte de mi equipo Jimin.—sonrió.— Tengo que cuidarte.—Yoongi se saco los guantes y se retiró de aquella habitación.—

Jimin quedó solo en aquel cuarto, con su corazón latiendo a mil. Aguantó las ganas de gritar y toco su pecho tratando de tranquilizarse.

[...]

Paso un mes de aquel accidente, y ahora estaba en la sala en donde discutían la mejor decisión sobre un paciente. Yoongi y Jimin se encontraban viendo aquella televisión que proyectaba la placa del paciente. Su relación había mejorado bastante, solían reunirse después de horario del trabajo y conversar sobre algunos casos y algunas cosillas personales, cada vez que Jimin dudaba de algo, Yoongi lo resolvía, y cada vez que Yoongi necesitaba un ayudante en la sala de operaciones, no dudaba en llamar a Jimin.

Parece que tendremos que ingresar por aquí, para no dañar esta parte del cerebro.— habló  un concentrado Yoongi.—¿Que opinas Jimin?.—

—Es una buena idea, en realidad la única que tenemos, pero tendríamos que ser muy cuidadosos de no dañar aquella parte.—hablo Jimin preocupado.—

Verdaderamente le preocupaba, aquella cirugía era muy riesgosa para el paciente, y tenían que ser muy cuidadosos. Yoongi miro fijamente a Jimin, quien aún no quitaba la vista de la pantalla, prestándole mucha atención, y lo supo de inmediato, la cabeza de Jimin, creaba soluciones a los posibles riesgos de la operación, siempre estaba diez pasos delante de los demás internos. Siempre lo sorprendía.

Cuando Jimin iba a consultarle algo a Yoongi, este lo miraba fijamente, y se puso nervioso.

¿Pasa algo?¿Tiene otra idea?.—murmuró atento.—

Yoongi pensó lo que iba a decir, miro atrás para corroborar que la persiana cubrían las ventanas y se acercó a Jimin,  tomándolo del rostro y pegando sus labios contra los suyos.

Jimin se quedo completamente quieto, con los ojos abiertos de la impresión, y el corazón latiendole muy rápido. Cundo Yoongi se separo al no sentir el movimiento de sus labios. Cuando observó a Jimin, este estaba completamente rojo y con los labios ligeramente y brillantes por el beso.

No me mire, me da pena.— soltó el interno completamente sonrojado.—

Yoongi soltó una pequeña risita, Jimin lo miró con aquellos ojos brillantes, y cerró sus ojos, Yoongi capto la señal, y se acercó tomando su cadera con u mano derecha y mejilla con su mano izquierda. Jimin mientras tanto, apretó sus camisa con suavidad nervioso. Era su primer beso, durante estos años, solo se dedico a estudiar, y nunca le había dado la oportunidad al amor, hasta ahora.

Conocer a Min Yoongi, fue una de las mejores cosas que le paso, no solo por que era reconocido a nivel nacional,  sino también, porque de una u otra manera, se había ganado su corazón.

¡Doctor Min!.—abrieron la puerta.—

Ambos se separaron de inmediato, Jimin completamente rojo, y Yoongi carraspeando su garganta. Para ellos no había pasado nada frente al interno que había entrado a la sala.

—Uhm, ¿interrumpo algo?.—hablo confuso el interno, Jimin lo reconoció de inmediato, Jungkook—

Nada, dime ¿que es lo que paso?.—habló Yoongi metiendo sus manos en los bolsillos de su bata.-

Lo necesitan en urgencias.-respondió JungKook aún no entiendo la extraña atmósfera que había en la sala.—

Yoongi salió rápido en compañía de Jungkook, mientras que Jimin aun seguía sorprendido por el suceso que había pasado, con las  dedos aun en sus labios no pudo evitar soltar un pequeño grito.

Tal vez los sentimientos de ambos eran correspondidos

[...]

Volví;)

Daddy [Yoomin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora