Daddy [Yoomin]

🍼32🍼

Cuando Jimin se casó con Yoongi tenía veintiséis años. El vivía prácticamente una historia de amor, estaba perdidamente enamorado de su esposo. Se conocieron en la universidad, Jimin estudiando artes y Yoongi administración de empresas, siendo ahora dueño de una empresa reconocida en Corea del Sur.

Últimamente, su esposo estaba llegando a casa muy tarde y cansado, casi no hablaban y solo lo veía en las noches, algunas veces discutían sin razón alguna, y Jimin entendía, sabía que su trabajo era muy importante para él, le costó muchísimo llegar en donde esta.

Una mañana decidió que le llevaría el almuerzo, sería un bonito detalle, y presentía que a su esposo me gustaría aquello. Recuerda que en la universidad amaba probar su comida.

Y ahí estaba, recibiendo ayuda de una de las empleadas, una señora muy amable que estuvo con ellos desde que se casaron, y prácticamente la consideran familia.

—Se que esto le gustará al jovencito Min..—Hablo la mujer con una sonrisa, eso emociono a Jimin.

—Es su comida favorita, no le preparaba el almuerzo desde que estábamos en la universidad.—soltó una risita.—¿Podría terminarlo nana?.—pregunto y la señora asintió.—

Subió a su habitación para darse un baño, tal vez un almuerzo arreglaría las cosas entre ellos. Mientras se ponía sus pantalones, vio su anillo dorado en su dedo anular y sonrió. Recordó su boda, fue maravillosa, sus amigos y padres estaban ahí, jamás olvidaría eso. La habían pasado bien.

Abrió su armario y escogió su ropa, tenía que verse bien, terminó por ponerse un conjunto de mezclilla con un suéter de cuello alto color negro. Se maquilló un poco, escogió algunos anillos más y peino su cabello.

—Listo.—murmuró poniéndose un poco de su perfume favorito.—

Bajo las escaleras y encontró el almuerzo listo y envuelto. Agradeció a su nana y se subió a la camioneta. Por alguna razón extraña su corazoncito latió rápido, se había puesto nervioso.

Al llegar, se estacionó de forma correcta y bajo para ingresar al gran edificio. La mayoría ya lo conocía como el esposo del dueño de la empresa, y algunos no.

La puerta del ascensor de abrió y camino con una sonrisa hacia la oficina de su esposo. Estaba en la puerta, su corazón latiendo a mil y sus mejillas levemente rojas, ya habían pasado muchos años y Jimin aún seguía poniéndose nervioso.

—¡Sorpresa!.—exclamó Jimin con una sonrisa.—

Y vaya sorpresa que le dio. Su esposo estaba ahí, con un hombre arriba suyo, con la camisa levemente abierta y sus cabellos desordenados, sus finos labios estaban levemente hinchados, y él se veía muy sorprendido.

Ambos se separaron de inmediato, Yoongi se puso de pie y acomodo su camisa. Jimin miró a su esposo, sus ojos ya se habían llenado de lágrimas, las cuales amenazaban en deslizarse en su rostro.