Daddy [Yoomin]

🍼38🍼

—Este capítulo está inspirado en la canción “Guys My age” de Hey Violet.

[...]

Jimin sonrió tirándose a su cómoda y suave cama, el reloj de su mesa de noche marcaba las 11:17 de la noche, ahogó un grito de emoción bajo su almohada y suspiro.

—Jodido hijo de puta, si que folla bien..—mordió su labio inferior.—

Se puso nuevamente de pie para comenzar a quitarse la ropa con mucho cuidado, para después tirarla a la ropa sucia. Frente al espejo de su habitación, pudo ver su cuerpo,  chupetones y algunas mordidas, arañazos en sus caderas, y alguna que otra marca rojiza en sus muslos.

El dueño de aquellas marcas era Min Yoongi, un hombre de treinta dos años que conoció en un bar gay un fin de semana. Recordó verlo sentado en aquella barra, bebiendo un whisky con aquel traje negro que le quedaba a la perfección, su rostro transmitía tranquilidad. Jamás imaginó que aquel hombre de fracciones marcadas y piel pálida, fuera un total experto en la cama, haciéndole pedir por más.

Era la primera vez que Jimin se sentía de aquella manera, los chicos con los que había salido, jamás le hicieron sentir de aquella manera. Jamás lo hicieron sentir así de bien.

“No he visto a mi ex desde que rompimos”

Se dirigió a su baño, llenando su tina con agua tibia, y poniendo algunas burbujas, la música sonando desde su teléfono lo hizo sonreír un poco.

“Probablemente porque él no quiso madurar”

Cuando la tina se llenó por completo, metió su cuerpo sintiendo como sus muslos se relajaban ante la calidez del agua, cerro sus ojos y comenzó a recordar aquella noche.

  “Ahora estoy afuera usando algo escotado”

Recordó como movía sus caderas al compás de la música, mientras sentía la mirada de aquel hombre de ojos gatunos. Sus pequeñas manos acariciaban su cuerpo mientras le mandaba una sonrisa coqueta.

“A punto de llamar la atención de alguien mayor”

Se ganó la mirada de algunos chicos y chicas, pero él estaba en su propio mundo, y con un objetivo en mente, “llevarse a la cama aquel hombre”. El nombrado, lamió sus labios viendo al pequeño coqueteandole.

“Porque me sostienes como un hombre*”

Segundos después sintió unas manos rodear sus caderas, estaba de espaldas y pudo sentir como sus cuerpos se juntaban de una manera que jamás imagino. Sus manos eran grandes, y apretaban aquella zona con algo de fuerza. Aquello le gustó.