En el verano de 1983 nace una relación llena de aventuras, pasión y encanto entre un americano y un británico. Pero eso surgió en una época donde todavía la sociedad veía ese tipo de relaciones como el pecado más asqueroso y enfermizo que un hombre...
Una resaca segura se despertó en Jimin al siguiente día.
No había bebido alcohol en varios meses y ahora el dolor de cabeza era horrible.
Cuando abrió sus ojos asimiló que estaba en su cuarto, lo primero que vió fue el techo, luego la ventana abierta mientras corría una breve brisa por ella junto a las cortinas casi transparentes danzando por el aire. Miró el reloj de su mesa de noche, eran las 12:30 a.m., otro día despertando más tarde de lo común.
Recordó escasamente lo que pasó anoche, no fue nada del otro mundo si alguien lo veía desde fuera pero dentro de Jimin sentía hormigueos en su estómago, como si dentro le estuvieran haciendo cosquillas. Intentó formular cómo llegó a su habitación pero sólo recordó la cara de Jungkook y sus manos bajándole los pantalones-...
¿Qué?.
Jimin dió un pequeño salto al recordar esa acción asustándose de que algo más hubiera pasado. Después de todo estaba demasiado ebrio y dudaba negarse ante algún pecado así.
Apuró sus actos para luego enfrentar a Jungkook y preguntarle si es que acaso había pasado algo, por mucha pena y vergüenza que le diera.
No, no pudo pasar, imposible...
Se sentó en la cama pero su cabeza punzaba un dolor insoportablemente feo, se tocó la cíen como si eso alivianara su dolor y luego intentó levantarse para asearse, vestirse y bajar al comedor.
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"Oh, ahí estás" saludó su padre cuando vió a su hijo aparecer, sobándose la frente algo adolorido.
"Hola a todos" murmuró con voz ronca, sentándose siendo mirado por toda la mesa.
"Jungkook nos contó lo que pasó anoche, Jimin" habló su madre mirándolo neutra, sin sonreír y eso le asustó mucho. Le dió una mirada rápida a Jungkook quien sonrió travieso.
"A-anoche, q-qué p-pasó anoche??" preguntó de inmediato, asustado de lo que podía escuchar luego.
"¿Cuantas veces te hemos dicho que no nos gusta que tomes demás?" rogó frunciendo las cejas y su corazón dejó de acelerarse. "Este pobre chico te trajo desde la fiesta porque no podías ni caminar correctamente" agregó indignada la mujer, bebiendo de su café.
"Mary Ann escuchó cómo balbuceabas en la madrugada, que atroz" hizo una mueca su padre, haciéndolos reír un poco.
"Oh, y-yo lo siento mucho. No quería que eso pasara. La verdad no me acuerdo bien de lo que hice o dije anoche" habló rascando su nuca, Jungkook mirándolo previamente.
"Deberías agradecerle a Jungkook por hacerlo responsable de traerte sano y salvo" espetó su padre, leyendo un diario. Ambos chicos se miraron, Jungkook parecía de muy buen humor porque el rubio lo veía sonriendo siempre. Sabía que algo andaba mal.
"¿Debería qué-?" preguntó riendo encontrando absurdo lo que su padre pidió.
"Si Jungkook no hubiera ido contigo, probablemente hubieras venido no precisamente bien" comentó el hombre.
