En el verano de 1983 nace una relación llena de aventuras, pasión y encanto entre un americano y un británico. Pero eso surgió en una época donde todavía la sociedad veía ese tipo de relaciones como el pecado más asqueroso y enfermizo que un hombre...
Desperté con un peso al lado de mi cama. Eras tú, Jungkook.
Acariciabas mis piernas lentamente por encima de las sábanas mientras me sonreías. Estabas vestido ya y bien peinado, por lo cual miré a mi lado para divisar el horario en la mesa de noche y el reloj apuntaba las 11:08 de la mañana.
"¿Cómo has dormido?" me preguntaste mientras estiraba todo mi cuerpo y refregaba mis ojos.
"Me costó dormir pero estoy bien, ¿y tú?" bostecé mientras te hablaba y pronto te paraste a cerrar la puerta con seguro.
"También me costó, pero mi parte favorita es despertar sabiendo que estás en el mismo lugar que yo" dijiste para abalanzarte y entre tanto te sumergías en la cama junto a mí, arropándome en tus brazos.
"Me gusta mucho que me digas esas cosas" declaré enternecido. Nuestras miradas se juntaron y me robaste un beso.
"He soñado contigo, ¿sabes?" me susurraste al oído provocando que todo mi cuerpo sintiera esos ya conocidos escalofríos.
"¿Y qué soñaste?" reí curioso mientras te volvías a acercar.
"No creo que pueda decirlo... Es muy explícito".
"¿Explícito?" repliqué confundido. Asentiste y me miraste directamente a los ojos.
"Me gustaría hacerlo realidad y mostrártelo en un par de días".
"¿Porqué un par de días?" te pregunté haciendo una mueca desanimada, me dabas mucha curiosidad.
"Toma tiempo adaptarse, cuando estemos tranquilos acá y sin nada que hacer podré enseñarte" me dijiste finalmente para sentarte en la cama y observarme sin parecer aburrido haciéndolo.
"¿Donde están todos?" pregunté al no escuchar mucho ruido para la hora que era.
"Están en el patio trasero, desayunando. Dije que vendría a despertarte porque iremos a almorzar a la casa de mis padres" explicaste gentil, tomando la misma acción que hacías cuando desperté.
"¿Les gusta desayunar al aire libre?".
"Desayuno así desde que fui a San Francisco" reveló sonriendo pensativo, dando a entender que se refería a desde que me conociste.
"Que lindo detalle".
"Desde que no estuve contigo he intentado hacer todo lo que hacíamos, o al menos de que mi vida se parezca a la que viví ese verano".
"Me has tenido muy presente por lo que entiendo".
"Jimin, hay muchas cosas que no sabes... pero tuviste mucha influencia en mí"...
"Me encantaría saber todo eso que te guardas".
"Ya tendremos tiempo, confía en mí".
Después de esa breve conversación decidí confiar en tu palabra y sonreírte esperanzado. Tus dedos acariciaban mi mentón y dejaste un tierno beso en mi frente indicándome mis maletas para que me preparara para ir a desayunar.
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