En el verano de 1983 nace una relación llena de aventuras, pasión y encanto entre un americano y un británico. Pero eso surgió en una época donde todavía la sociedad veía ese tipo de relaciones como el pecado más asqueroso y enfermizo que un hombre...
Por unos segundos había olvidado que hoy era su cumpleaños, y lo recordó apenas restregó sus ojos y veía como sus padres conversaban mientras su hijo se percataba de ellos.
Apenas dijo algo, sus padres lo saludaron con un buen abrazo, sintiéndose como un bebé por sus mimos y buenos deseos. Había una pequeña tarta de nueces frente a él para que así soplara una pequeña vela que se ubicaba en medio. Iba a ser la primera vela que soplaría, sería un largo día...
El matrimonio invitó a Jimin a levantarse porque la familia de Jungkook ya estaba de visita y estaban preparando todo para él.
Se sentía extraño. Era extraño que un invitado de la casa esté celebrando su cumpleaños por una familia que no era de él y que apenas conocía. Pero claramente si no fuera por la influencia de Kook y su relación con él, las cosas serían diferentes.
Además, de alguna manera Jungkook quería hacerles entender y saber lo suficientemente bien que Jimin en su vida era alguien más que un simple amigo... Un hermano, para su mente cerrada.
Cuando se aseó y vistió, pudo escuchar unos golpes en la puerta de su habitación y presentía que podría ser quien pensaba.
"Pase" voceó para que la persona de fuera escuchara, mientras él se abotonaba la linda camisa que llevaría puesta.
Escuchó esa voz grave comenzando a cantarle la típica canción de feliz cumpleaños y empezó a reír por cómo el hombre después de cerrar la puerta, caminaba hacia el rubio aún este dándole la espalda, para abrazarlo por la cintura y canturrear en una esquina de su cuello, dando ligeros besos por su mejilla también.
"Feliz cumpleaños, amor mío".
"Muchas gracias, Jungkookie".
"¿Qué deseas desayunar?".
"Mmm" pensó, dándose media vuelta para quedar frente a su acompañante. "Un beso tuyo me satisfaría".
"¿Un beso mío?" el rubio asintió.
"Tengo cosas mejores que darte hoy" declaró tomando con sus grandes manos esa pequeña cintura, atrayéndolo a sí mismo para rozar ambas narices.
"Por ahora que me beses me encantaría" seguía diciendo anhelando tanto sus labios sobre los suyos. Era demasiado temprano para empezar la pasión pero para ellos nunca era demasiado nada.
Por un momento Jungkook quería intentar resistirse para jugar un poco con Jimin, pero al ver esos ojos suplicantes y eso tan sexi que desprendía de su ser ni siquiera fue opción negarse y, sin más que aguantar, concedió el deseo del chico besándolo dulcemente.
Jimin tomó los finos cabellos de su hombre por la nuca para profundizar aún más su beso mientras que el contrario posaba una de sus manos en el cuello del otro, haciendo su respiración más pesada.
"Okay, ya es demasiado. Bajemos, mi familia está ansiosa de verte otra vez" habló para frenar el beso pero Jimin seguía intentando besarlo torpemente.
"Está bien" cedió. "Pero como regalo de hoy solo te pediría seguir esto en unas horas más" le pidió tomando el cuello de su camisa siendo totalmente descarado. Por unos segundos el más alto sólo pudo mirarlo sintiéndose tan ido por su manera de ser que solo se limitó a asentir y decirle: "Por supuesto. No bebas alcohol frente a nadie hoy" fue lo último que escuchó Jimin antes de que el mayor se fuera de esa habitación dejándolo pensativo.
"¿Qué? ¿por qué-"...
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