33

81 6 1
                                    

Habían pasado un par de horas desde que habían llegado a ese lugar, y anhelaban que el tiempo pasara más lento porque estaban demasiado felices ahí.

Jimin amaba bailar, y Jungkook le concedió una noche entera para que él lo hiciera, también con música que sabe que le encanta por todo el lugar. Era increíble lo dedicado que era a y todo lo que se esforzaba para verlo contento.

Pero aunque estuvieran pasándola increíble, acalorados, bailando, un poco ebrios y gustosos, Jungkook estaba consciente de lo mucho que su chico llamaba la atención.

Porque así era, Jimin era una persona cautivante y encantadora, tenía un brillo en su mirada tan envolvente, cada facción de su rostro lo hacía único, su voz era melodiosa y delicada, su sonrisa podía hacerte sentir lo suficientemente bien como para sonreír con él. Físicamente era hermoso, sobretodo por lo fino que era su cuerpo, casi parecía como si tuviera piernas, labios y el trasero de una voluminosa mujer. Su cuerpo era como el mismísimo arte, y eso no se veía en casi ningún chico, más bien, en ninguno que no fuera Park Jimin. Además de su manera de ser, su manera de caminar, su manera de hablar y relacionarse era como si una linda chica estuviera atrapado en su cuerpo...

Y Jungkook nunca había vivido lo que estaba viviendo. Él, años atrás recurría mucho este tipo de lugares, claramente nunca vio a alguien como su Jimin, pero podía jurar que nunca antes vió a tantos hombres mirar a una sola persona entre todas las restantes, en UNA SOLA pista de baile.

Estuvo asimilando la situación al notar que también podía sentir esas miradas porque era él quien tenía a ese hermoso chico contra su cuerpo, sintiendo mover sus traviesas caderas contra su pelvis.

"Estos hombres te están mirando demasiado, Jimin" susurró en su oído con un tono serio, cambiando sus expresiones de festejo por unas severas. Veía como Jimin se volteaba sin haber entendido a lo que había escuchado y siguió bailando junto a Kook, pero éste no cedía, se sentía invadido e incómodo.
"Jimin" volvió a llamar un poco más fuerte, logrando que el rubio se diera media vuelta para escucharlo.

"No sé de quienes hablas" comentó negando sonriente. "¿Por qué estás tan serio?" preguntó dudoso al ver que ya ni siquiera estaba bailando.

"Muchos te están mirando, sé que están deseándote y me fastidia" soltó con molestia. Jimin estuvo un rato mirando a su al rededor, divisando que la mayoría de hombres que estaban en la barra lo estaban mirando como si fuera una especie de celebridad, era extraño.

"¿Deseándome?" expresó con incredulidad. "Me deben mirar así por lo ridículo que me veo bailando seguramente" excusó con vagas risas pero Jungkook no cambiaba su mueca de disgusto.

"No te menosprecies, conozco esas miradas porque sé cómo te miro cuando te deseo y es exactamente como te están mirando estos estúpidos".

"Amor, hay demasiados hombres aquí como para que sólo se fijen en uno, ¿no?" tomó su mentón buscando su mirada, ahora parecía un niño haciendo berrinche. "Sigamos bailando".

Pero Jungkook tomó desprevenidamente a Jimin de la camiseta holgada que llevaba para atraerlo aún más y juntar sus labios. Pronto sus lenguas se encontraron y profundizaron cada movimiento aumentando sus temperaturas pronto.

Todo a su al rededor parecía ir en cámara lenta al besarlo. Su sabor era sin duda su favorito en el mundo entero, sobretodo porque cada vez que lo hacía sentía una conexión tanto corporal como emocional. Sus besos eran la pieza que encajaba, la perfección en sí.

"Que intenso".

La voz de Jimin se tornó tan seductora que Jungkook casi no podía reaccionar a lo que había dicho. Su rostro estaba colorado, sus ojos achinados y la sonrisa a todo dar por la sensación de alcoholismo en su cuerpo, se veía feliz.

Loved In The 80's | KookMin 🎞 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora