En el verano de 1983 nace una relación llena de aventuras, pasión y encanto entre un americano y un británico. Pero eso surgió en una época donde todavía la sociedad veía ese tipo de relaciones como el pecado más asqueroso y enfermizo que un hombre...
Los padres de Jimin, desde el primer día de su hospitalización, jamás dejaron a su hijo solo ni un instante. Estuvieron presentes en cada paso de su recuperación, brindándole todo su apoyo y amor incondicional. Presenciaron de cerca el sufrimiento y la valentía de Jimin mientras luchaba contra las secuelas de ese evento tan peligroso, lo cual fortaleció aún más su vínculo familiar.
Al ver a su hijo salir con éxito de ese momento crítico, los señores Park sintieron un profundo alivio y gratitud por la segunda oportunidad de vida que se le presentaba a Jimin. Comprendían plenamente su deseo de ir a vivir con Jungkook, quien había sido un pilar fundamental en su proceso de recuperación. Apreciaban los esfuerzos incansables y el amor incondicional que Jungkook había demostrado desde el primer día que se conocieron.
Para los señores Park, la decisión de Jimin de vivir con Jungkook era un paso natural y necesario en su camino hacia la plenitud y la felicidad. Reconocían que era hora de que Jimin pudiera seguir adelante y vivir conforme a sus deseos, rodeado del amor y cuidado de alguien en quien confiaban plenamente. Esa persona no era otra que Jeon Jungkook, a quien veían como un miembro más de la familia y como el mejor protector para su hijo.
A pesar de la nostalgia de ver a Jimin partir hacia una nueva etapa de su vida, los señores Park sentían una profunda confianza en la fortaleza de su hijo y en la solidez de su relación con Jungkook. Sabían que, aunque las visitas serían menos frecuentes, su apoyo y cariño estarían siempre presentes. Creían firmemente que Jimin y Kook tenían todo lo necesario para construir un futuro juntos lleno de amor.
Así, los padres de Jimin no solo aceptaban la decisión de su hijo de irse a vivir con Jungkook, sino que la celebraban como un paso más en su camino. Estaban orgullosos del hombre en que Jimin se había convertido y agradecidos por el amor sincero que Kook le brindaba. En su corazón, sabían que Jimin estaba en las mejores manos posibles.
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El doctor que estuvo a cargo de Jimin durante todo el proceso de recuperación se mostraba lleno de esperanza y gratitud al ver los efectos positivos de los antirretrovirales en el sistema de su paciente. Con una sonrisa en el rostro, el doctor se acercó a Jimin para compartir algunas indicaciones importantes ahora que el VIH estaba abandonando su sistema gracias al tratamiento médico:
"Jimin, me alegra ver cómo estás progresando con el tratamiento. Los antirretrovirales hacen maravillas y es fundamental que sigas cuidándote para mantener tu salud en óptimas condiciones. Aunque el VIH está disminuyendo en tu organismo, es importante que sigas algunas pautas para mantenerlo controlado y asegurar tu bienestar a largo plazo".
Jimin escuchó atentamente las indicaciones y palabras de aliento del doctor, sintiendo una mezcla de alivio y agradecimiento por el apoyo brindado durante su proceso de recuperación.
Con una expresión de determinación en su rostro, respondió al médico con sinceridad y compromiso: "Doctor, estoy realmente agradecido por todo su cuidado y orientación a lo largo de este tiempo. Los resultados positivos que estoy viendo me dan motivación para seguir adelante. Prometo seguir al pie de la letra las indicaciones que me ha dado y mantenerme firme en mi tratamiento".
