En el verano de 1983 nace una relación llena de aventuras, pasión y encanto entre un americano y un británico. Pero eso surgió en una época donde todavía la sociedad veía ese tipo de relaciones como el pecado más asqueroso y enfermizo que un hombre...
Sólo faltaba un día para que se fueran, los días habían pasado volando, y como resumen: Jungkook invitó a Jimin a un viaje en tren hacia Florencia, la ciudad favorita de Jimin (que de un principio viajaría a esa específicamente) que alberga varias obras maestras de la arquitectura y el arte renacentista. Una de sus atracciones más icónicas es "el Domo", una catedral con un domo con tejas de terracota, donde ahí le obsequió un anillo a su chico con la frase grabada: "You are my love". En esa catedral, como si se estuvieran casando, sólo que intentando que nadie lo notara demasiado. Kook era una persona tan detallista y romántica; en la pequeña cajita donde tenía el anillo dentro, tenía timbrada la letra "J" que lo que envolvía esta caja era una tela de terciopelo azul... Jimin casi al borde de las lágrimas lo recibe, Jungkook ya tenía entre sus dedos casi el mismo anillo sólo que en tamaño más grande.
¿Habría otra persona como ellos?.
Habría alguien tan atento, tan soñador, tan consciente como Jeon Jungkook?.
O alguien tan encantador, hermoso y envolvente como Park Jimin?.
Para ellos nunca serían reemplazables, jamás pensaron encontrar el amor de su vida tan rápido, sobre todo Jimin quien era el más joven.
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Visitaron Venecia donde viajaron por una especie de kayak a través de aguas cristalizadas, recorriendo gran parte de la ciudad gracias a un hombre encargado de remar. Para Jimin nunca será posible olvidarse de cómo brillaban los ojos de Kook al señalar el famoso puente Rialto cuando pasaron por debajo de él, después de todo, era un apasionado por la historia...
A la vista de todos los italianos parecían mejores amigos o un hermano mayor con su hermano pequeño, al hombre que los ayudaba a movilizarse sobre todo le divertía ver lo bien que se llevaban, recuerdan exactamente cómo creían que eran heterosexuales.
"E tu ragazzo, perché senza fidanzate?" preguntó el hombre por las "novias" que a su edad deberían tener según la sociedad. "¡Americani così belli dovrebbero portare la loro ragazza a Venezia!" exclamaba reclamando que debían traer a sus futuras chicas a esa ciudad así validaría mucho más sus presencias.
A pesar de que el hombre era agradable y amable, sus palabras sonaban tan cerradamente desagradables...
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