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Jimin esperaba ansioso en su acogedora casa, con los nervios a flor de piel, aguardando el momento en que su novio llegaría a recogerlo. Había elegido con esmero cada prenda de su atuendo, consciente de la importancia de la ocasión. Sus ojos brillaban con emoción, aunque un atisbo de distracción le hizo casi olvidar la cita pendiente, y lo más importante, que era el día de San Valentín.

Jimin recordaba la sorpresa que tenía preparada para Jungkook después de la velada en el cine. Había reservado una mesa en el restaurante más exclusivo de la ciudad, anhelando revivir aquellos momentos mágicos de citas pasadas que compartieron juntos.

El sonido familiar de la bocina del auto resonó afuera, interrumpiendo los pensamientos de Jimin. Se detuvo un instante frente al espejo, contemplando su reflejo una última vez. Acomodó con delicadeza un mechón rebelde de cabello antes de salir de casa.

Al cruzar el umbral de su hogar, se encontró con Jungkook sosteniendo un deslumbrante ramo de rosas rojas envueltas en un elegante papel negro. Jungkook, ataviado con su ropa de trabajo, irradiaba una confianza y elegancia que lo hacían ver irresistible, incluso en su atuendo cotidiano.

Una cálida sonrisa se formó en los labios de Jungkook al ver a Jimin salir, sus ojos brillando con admiración al contemplar a su amado con tanto esmero arreglado. En un gesto romántico, Jungkook pronunció con suavidad las palabras: "Feliz San Valentín, mi amor", mientras abría sus brazos acogedores para atraer a Jimin hacia sí y sellar el momento con un dulce beso lleno de amor.

"Feliz San Valentín, amor, son hermosas", respondió Jimin con una sonrisa radiante después de ese tierno beso, aceptando las rosas con una alegría desbordante. "Las dejaré dentro y regreso", anunció con gentileza, adentrándose de nuevo en la casa para colocarlas con cuidado en un jarrón con agua fresca.

Una vez dentro del auto, con el corazón latiendo más rápido por la emoción del momento, Jungkook no pudo contenerse y admiró a Jimin con cariño, pronunciando su elogio sincero: "Te ves increíble, cielo".

Jimin, sintiéndose ligeramente avergonzado por la repentina atención, respondió tímidamente: "Tú igual".

"¿Yo igual?", replicó Jungkook con humor, señalando su atuendo de trabajo. "Estoy vestido para la universidad".

"Amor, incluso con un saco sucio encima, seguirías viéndote increíblemente atractivo y apuesto", afirmó con pasión, dándole una mirada llena de admiración y cariño.

Jungkook, sorprendido por el halago, sonrió tímidamente y puso en marcha el auto, dando inicio al viaje hacia su destino.

En el camino hacia el cine, Jimin notó algo diferente en Jungkook. Su pareja parecía más relajado y de mejor humor de lo habitual. Jimin sinceramente esperaba alguna discusión, como en ocasiones anteriores, pero esta vez no sucedió. Aunque Jungkook mostraba una actitud positiva, Jimin seguía en guardia, sabiendo que la actitud defensiva de Jungkook podía emerger en cualquier momento. Sin embargo, Jungkook se mantuvo tranquilo y alegre durante todo el día, sorprendiendo a Jimin gratamente.

Al llegar al cine, Jungkook se encargó de llevar todos los aperitivos que había comprado para Jimin en una bolsa, demostrando su cariño y atención. Hacía años que no iban al cine, y recordaron que la última vez también habían estado juntos en una misma sala, compartiendo risas y un momento que sin duda jamás podrían olvidar.

La película en pantalla pasó a un segundo plano. Lo que verdaderamente importaba era la cercanía entre el rubio y el azabache. Jungkook no dejó de abrazar a Jimin durante toda la función, rodeándolo con su brazo izquierdo y ocasionalmente perdiéndose en la contemplación del perfil de su amado, completamente embobado. Con cada segundo que pasaba, el deseo de besarlo y poder estar a solas aumentaba en Kook, creando una tensión delicadamente emocionante.

Loved In The 80's | KookMin 🎞 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora