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Al despertar al día siguiente, Jimin se encontró acurrucado junto a Jungkook, compartiendo la cálida intimidad que sus cuerpos proporcionaban. El primero en despertar fue el rubio, quien lentamente empezó a recordar lo sucedido la noche anterior. Al incorporarse, sintió un ligero dolor en las caderas y una sensación de fatiga en todo su ser. Con cuidado, se giró para contemplar a su pareja, quien dormía plácidamente abrazado a él.

Kook parecía sumido en un sueño profundo, ajeno al mundo que los rodeaba. La luz del sol matutino iluminaba la habitación, revelando con claridad las cicatrices que surcaban el fornido cuerpo de Jungkook. Las marcas, antes apenas visibles, se destacaban ahora vívidamente en la piel de su amado. Intrigado, Jimin se apartó ligeramente para observar con mayor detenimiento.

Las cicatrices, de un rojo intenso, contaban historias silenciosas de batallas libradas en el pasado de Jungkook. Con sus dedos, Jimin trazó suavemente los surcos que marcaban la piel de su pareja, sintiendo la textura rugosa y la historia que cada una guardaba. Un suspiro escapó de sus labios, cargado de tristeza.

En la mente de Jimin, se desplegaba un escenario imaginario, donde podía recrear los momentos de dolor y sufrimiento que habían dejado esas marcas imborrables en el cuerpo de Jungkook.

El rubio, absorto en sus pensamientos, notó cómo el azabache comenzaba a despertar lentamente, percatándose de que aún tenía sus manos acariciando con delicadeza las cicatrices que marcaban su piel. Jungkook se apartó rápidamente, evitando que Jimin continuara tocando esas zonas sensibles.

"Jimin, buenos días. ¿Por qué sigues haciendo eso?" murmuró al despertar, con un dejo de molestia en su voz.

"Jungkook, son cicatrices tan llamativas, no puedo evitar observarlas" respondió balbuceando.

El mayor cubrió su torso con las sábanas, su rostro adquiriendo una expresión seria y evidente incomodidad. Dirigiéndose a Jimin, dijo con firmeza: "Tienes que dejar de hacerlo. Ya las has visto, ahora debes ignorarlas".

"¿Por qué aún no quieres hablar de eso conmigo?" inquirió, sin comprender del todo la actitud de Kook.

Con un suspiro pesado, Jungkook elevó notablemente su tono de voz: "¡Porque simplemente no quiero y ya! Deberías respetar el hecho de que no quiera hablar de ello. No es agradable recordarlo".

Jimin, entristecido por la forma en que estaba siendo tratado, intentó encontrar las palabras adecuadas para calmar la situación, pero Jungkook, una vez más, le lanzó con dureza: "¿Acaso quieres que me sienta mal? ¿Quieres que recuerde todo el infierno que viví?".

Viendo a su novio alejarse emocionalmente, Jimin se sentó en la cama con pesar. Jungkook, aún visiblemente molesto, se puso de pie y le dijo fríamente: "Me voy a dar un baño".

Mientras el rubio se quedaba pensativo en la cama, escuchó el sonido de la puerta del baño personal siendo cerrada de un golpe, seguido por el repiqueteo del agua al caer en la regadera, indicando que Kook ya había comenzado a ducharse.

La habitación se sumió en un silencio opresivo, solo roto por el sonido constante del agua corriendo en el baño. Jimin se sentía abrumado por la incomodidad en el ambiente, por la distancia emocional que se había creado entre él y su pareja. Las palabras de Jungkook resonaban en su mente, recordándole la fragilidad de ciertas heridas y la dificultad de abordarlas.

Con el corazón lleno de pesar y arrepentimiento, Jimin reflexionó sobre sus acciones y palabras, preguntándose cómo podía reparar el daño causado. Las cicatrices en el cuerpo de Jungkook, aunque visibles y palpables, apenas arañaban la superficie de las heridas más profundas que habían sido infligidas en el pasado de su amado.

Loved In The 80's | KookMin 🎞 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora