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Jungkook se levantó de su asiento para dirigirse a los dos chicos que se quedaron ensimismados con su presencia.

"Un gusto, soy Jeon Jungkook" estiró su mano con una gran sonrisa, dándole a Taehyung una sensación de intranquilidad.

"Igualmente, Kim Taehyung" se presentó, estrechando de igual manera su mano.

"Hola, Jimin. Te veo después de tanto" habló conmovido pero Jimin sólo podía mirar sin decir nada, ni siquiera se sentía capaz de formular una sola palabra.

"Cariño, di algo" dijo su madre confundida por el silencio que se generó después de que le hayan hablado.

"Me da gusto volver a verte" forzó una sonrisa, con sus ojos vidriosos, estrechando también la cálida mano de Jungkook... Se miraban tan detenidamente que incomodó a Taehyung.

El pelinegro notó lo maduro que se veía Jimin, se veía algo ejercitado y más alto que la última vez.

"¿Y si nos sentamos todos a cenar?" propuso el señor Park, rompiendo aquel incómodo momento.

"Creo que debería irme" habló el castaño, rascándose la nuca. Se notaba que el ambiente estaba levemente tenso...

"¿Porqué?, vamos Kim, no vienes a vernos hace varios días, ¡te estábamos extrañando!" exclamó su padre, agradable.

"No quiero incomodar al invitado" habló con una risa. "Sería mejor que compartan sin mí". De pronto Taehyung recordó la historia de amor que tuvo con Jimin, esa historia que ya se sabía de memoria.

"Qué dices" soltó Jimin confundido, agarrando sus manos discretamente.

"No te preocupes por mí, sería un honor compartir contigo" interpuso el pelinegro, con una sonrisa sincera.

Después de algunas insistencias de la familia Park y Jungkook, Taehyung cedió.

Jimin se sentía inquieto, se sentía invadido en su propia casa. Una parte de él estaba emocionado por hablar con Jungkook pero la mayor parte de su sistema estaba asustado, dolido y triste.

A pasos rápidos se dirigió al baño, no podía aguantarlo más y sintió cómo su cuerpo comenzaba a acalorarse, como sentía que no podía respirar. Odiaba verlo actuar tan normal como si nada hubiera pasado, encima no podía entender cómo sus padres no pudieron avisarle de semejante visita. Es como si todos estuvieran ignorando su enorme dolor que había sido despertado otra vez desde que hablaron hace una semana por teléfono.

Cerró la puerta con seguro y se miró al espejo, estaba hecho un desastre. Su rostro estaba colorado y comenzó a llorar por lo vulnerable que se sentía. No lo quería aquí, no ahora que comenzaba a enamorarse de alguien más.

Su pecho dolía como el infierno y sus sollozos eran incontrolables. En su mente se hizo un flashback de todas las noches que pasaron juntos, todos esos días de risas y aventuras, de Italia... Le dolía tanto. Podía vivir todos esos sentimientos en ese momento como si se tratara de ayer cuando lo conoció.

Esos recuerdos fueron interrumpidos por golpes en la puerta. Los sonidos podían retumbar en su mente de una manera muy molestosa y agresiva, todo estaba en su cabeza.

"Está ocupado" trató de decir sin sonar quebrado, sintiendo como cada vez se sentía más y más bajo.

"Hey, soy Taehyung" susurró en el grosor de esa puerta, esperando a ver a su chico que probablemente estaría en las peores sensaciones.

Jimin abrió la puerta despacio, dejándose ver. Sus ojos derramando lágrimas involuntariamente y lo alterado que se veía.

"Jimin" murmuró al verlo, entró y cerró la puerta tras él. Abrazó fuertemente al rubio, envolviéndolo y haciéndolo sentir a salvo.

Loved In The 80's | KookMin 🎞 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora