En el verano de 1983 nace una relación llena de aventuras, pasión y encanto entre un americano y un británico. Pero eso surgió en una época donde todavía la sociedad veía ese tipo de relaciones como el pecado más asqueroso y enfermizo que un hombre...
Al día siguiente fue fin de semana, y también fue el día en que Jimin compartió con Taehyung todo el día.
Tantas veces en aquel departamento, tantas veces compartiendo y disfrutando de la compañía del otro. Pero se sentía muy diferente.
Y no la estaba pasando mal, de hecho con el tiempo la iba pasando cada vez mejor, aunque de alguna manera su mente inevitablemente comparaba los momentos de ellos con los de él y Jungkook.
Personas tan distintas, vidas tan desiguales, sentimientos tan diferentes. Taehyung tenía toda una carrera por delante pudiendo dedicarse a nadie más que a Jimin. Mientras que Jungkook ya tenía toda su vida planeada, y no por él, sino que por su entorno. Dedicándose a fingir amar realmente a su futura esposa, probablemente teniendo hijos que nunca deseó y formando una familia que nunca soñó.
Cruda realidad, pero así era.
A veces Jimin se ponía a pensar en cómo sería ver a Jungkook siendo 'feliz' con la próxima familia que formará mientras el sigue con su vida viendo quién estará a su lado, sin parar de encontrar algo del pelinegro en los chicos con los que esté...
Y Jungkook por otro lado, sentía que estaba viviendo demasiado apresurada su vida. Es decir, tenía 27 años y para mucha gente mayor, estaba atrasado con sus propósitos de vida. Lo más tarde que podías casarte era a los 30. Sin embargo, aunque él ya estaba a un par de años de cumplir esa edad, sentía que ni siquiera ha podido disfrutar un año completo como a él le gustaría. Las veces que fue feliz después de su niñez fueron periodos cortos, y en esos periodos se encontraba Jimin.
La verdad era que Jungkook en el tiempo que conoció a Melanie sí pudo olvidar un poco a Jimin. El pelinegro intentaba explicarle y contarle con mucha insistencia al rubio que no amaba a su prometida, al menos no como lo amaba a él, pero si viéramos las cosas fríamente, Melanie era casi la esposa perfecta. Y Jungkook la quería demasiado, también fue parte del proceso de 'sanación' sin ella haberlo sabido, era alguien atenta, amable, amorosa, bonita, dedicada, muy familiar y muy inteligente. Entonces, ¿por qué no?, si es ella a quien su familia anheló como nuera, cuñada y demás. Ella es perfectamente cómo la sociedad quiere que acompañe a un hombre como Jungkook, y él se tuvo que acostumbrar a esa idea, no podía quejarse sobre Melanie, ella era maravillosa... pero muy en el fondo sabía que por más años que conviva con ella, por más veces que intimen, que se besen, que la conozca, que le agrade, jamás se enamorará de una mujer. Porque su corazón le pertenecía a un hombre.
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Era de noche ya, y la pareja estaba acostada en la cama del castaño, abrazados desnudos mientras las sábanas los arropaban a la mitad.
"Has notado que desde que esto se puso serio, hemos tenido menos sexo y nos hemos conocido más?, hemos experimentado otras cosas y eso es bonito" habló Tae, mirando el techo mientras acariciaba la espalda del rubio quien casi somnoliento le asiente.
