Algo inesperado

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El día de ayer estuvimos en la mansión tratando de recuperarnos un poco, George y Fred solo se reían de Harry porque volvió a emborracharse, lloraba por Ginny como loco, mientras que Ron fue en busca de Hermione para cuidar a Harry, realmente ese Ron no hace nada sin Her.

La casa quedó limpia y ordenada, mientras estaba aquí en la habitación hablando con Tom sobre Camille, por lo que veía le daba igual que ella, pero si le pegó en el ego que lo engañara.

—Dumbledore

—¿Qué dices?-pregunté

—Snape te está esperando en la biblioteca—gruñó

—Entonces, vuelvo en un momento—salí de la habitación para dirigirme a la biblioteca

Al llegar me di cuenta de que la puerta estaba abierta, y ahí estaba Severus, solo entré y cerré la puerta.

—Severus

—¿Te sientes bien?

—Para ser sincera, mejor que nunca

—Eso es... Bueno

—Quiero volver a dar clases, Severus

—A eso venia...

—¿Entonces me vas a dejar volver?

—Sí... Pero no pueden haber percances con Lupin, Mila

—Entiendo, no habrán problemas con Remus, te lo aseguro—sonreí

Me hacia feliz dar clases, ver a los niños y enseñarles, estaba segura de que Remus iba a respetar mi decisión de no tener algo nuevamente, o eso esperaba.

—Mañana a primera hora te esperó en mi oficina

—Bien, estaré ahí Sev—reí

Antes de irse me miró con desaprobación por decirle así, normal en Severus. Luego de que Snape se fue, volví con Riddle y decidimos ir a Hogsmeade para dar un paseo, mientras caminábamos a lo lejos vi a Remus entrando a una cafetería, pero no estaba solo.

—Te siguen viendo la cara de idiota, Dumbledore—Tom rio con malicia

—Cállate Riddle

—Ven, iremos a saludar

Tom tomó mi brazo izquierdo y me hizo caminar a la fuerza hacia la cafetería, cuando entramos me soltó y Remus se quedó viéndome junto a Sirius, que incomodo era estar con ellos dos en el mismo lugar.

—Vamos a sentarnos, querida Mila

—Te odio, Riddle

Él se sentó a propósito en una mesa que estaba frente a la de Remus y Sirius, no me quedo más que acompañarlo, mientras esperábamos el café la mirada de Sirius estuvo fija en mi.

—Black te desnuda con la mirada—murmuró

—No seas ridículo, besó a mi ex prometido—reí

Cuando por fin llegó el café solo nos mantuvimos en silencio, por alguna extraña razón no me molestaba la mirada de Sirius.

—Deja de mirarlos, Dumbledore

—Solo falta que llegue Malfoy junto a otra mujer

No atraigas lo que no quieres ver

—Mira hacia allá—Tom comenzó a reír disimuladamente

Malfoy entró con una mujer, pero no cualquier mujer, era la mismísima Camille, se sentaron en una de las mesas principales, que gracias a Merlín estaba lejos de nosotros.

𝐈𝐭 𝐰𝐚𝐬 𝐚𝐥𝐰𝐚𝐲𝐬 𝐲𝐨𝐮| Remus Lupin #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora