Sanar

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El sol me pegaba en la cara, maldito sol, maldito día y malditos todos

Estaba exhausta, Lucius seguía dormido, cosa que era muy rara en él, realmente desperté con la esperanza de que todo fuera una horrible pesadilla, pero no, había pedido a mi bebé hace un mes, Malfoy había estado conmigo todo este tiempo apoyándome, aunque seguía tan deprimida como el primer día, no comía, no salía de la habitación, y no quería ver a nadie.

Los primeros días fueron horribles, ni siquiera me preocupaba de ducharme.

—Mila... Es temprano aún—susurró

—No puedo dormir

—Entonces vamos a desayunar—se sentó

—No tengo hambre

—Vas a comer, y luego te vas a duchar—ordenó

—No—dije dispuesta a seguir en la cama

De pronto se levantó y caminó hasta quedar a mi lado de la cama, estaba loco si creía que iba a levantarme.

—Levántate—me destapó

—Solo quiero vivir mi maldito luto, ¡Déjame en paz!

Me tomó del brazo haciendo que me sentara, estaba desanimada y sin apetito, no era fácil perder una relación de dos años y a una hija.

Me dolía tanto lo de mi bebé.

—Lucius, solo déjame

Se sentó a mi lado, con un movimiento me pegó a él y me tomó en brazos.

Maldito Malfoy.

—Por favor—dije al borde del llanto

—Odio verte así, pero no lo hagas más difícil—comenzó a caminar hacia el baño

Me dejó encima de la fría barra del lavamanos.

—Levanta los brazos—ordenó

No tenía ganas de responder, sin aviso me quitó lo que traía puesto, ni siquiera me preocupaba que me viera desnuda, me daba igual todo.

Caminó hacia la tina para llenarla de agua, luego volvió a quedar frente a mí, nuevamente me tomó en brazos y con delicadeza me llevó a la tina, era agua tibia.

Lucius estaba sentado en un pequeño asiento de madera, cuando vio que la tina se llenó cerró la llave que estaba un poco más arriba de mi cabeza.

Lucius puso sus manos en mi cabello y comenzó a mojarlo, seguido de eso tomó una botella con shampoo, vació un poco en mi cabeza y masajeó haciendo espuma. Comencé a llorar de un momento a otro, era como si no pudiera controlarme, estaba dolida, quien debería estar en este momento conmigo era Remus, pero el maldito prefirió a Sirius.

Le tomó media hora ducharme por completo, solo dejé que lo hiciera, al terminar hizo que me pusiera de pie para salir de la tina, me envolvió con una toalla, tomó mi mano y caminamos de vuelta a la habitación, mientras que yo estaba sentada en la cama, él buscaba ropa en mi closet, sacó un vestido negro, era suelto, también buscó ropa interior en uno de los pequeños cajones que tenía el closet.

Cuando ya tenia todo en mano se acercó a la cama y dejó el vestido estirado, solo tenia la ropa interior, se arrodilló frente a mi e hizo que levantara un poco los pies para subir la parte de abajo, cuando ya la subió por completo me puse de pie.

—Ponte el vestido—lo tomó y estiró su mano para que lo recibiera

—No...—murmuré

—Mila, ponte el vestido—ordenó

𝐈𝐭 𝐰𝐚𝐬 𝐚𝐥𝐰𝐚𝐲𝐬 𝐲𝐨𝐮| Remus Lupin #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora