UN AMOR DE SLYTHERIN (+18) /Draco y Tu

0.20

Toda la gente estaban subiendo en el tren para ir a casa, me avisaron q Tom fue llevado un día antes ya q estaba herido solo iríamos Mattheo Draco y yo.

Subimos al tren y entramos en una cabina vacía, Mattheo se sentó enfrente de nosotros, Draco y yo juntos.

-draco todavía tienes esa opción para la resaca- pregunto Mattheo sobando su cabeza.

Abeses no sabía si era tonto o era adoptado, la primera vez q lo vi pasársela como nunca sin q le precionaran sin misiones y se le va de las manos.

-no lastimosamente no Mattheo, piénsatelo dos veces la próxima vez- medio sonrrio Draco.

Hoy el ambiente está raro algo tenso, lo notaba bastante. La gente hablaba murmuraba y reía. Draco leía un libro y simplemente Mattheo dormía.

Solo podía pensar en el otro día, como el tiempo no pasaba? Será un sueño? O estaba dentro de mi cabeza? No sabía cómo volverlo a hacer pero tenía q intentarlo.

Respire Ondo y cerré mis ojos intentado visualizar aquella sala del te, los cuadros, cada detalle en mi mente.

-estoy es una gilipolles- abrí los ojos para descubrir q no lo era, estaba ai otra vez solo q Minerva no estaba.

Camine por el salón viendo todo, intenté ver por las ventanas pero estaban blancas brillantes. Escuché unos pasos y voltee rápidamente.

-querida por fin as podido hacerlo- vi a una mujer muy reconocida.

Minerva, pero más joven.

Me hacerque cautelosamente, para ver q no era un salón cualquiera era el salón se la mancion Riddle, la q ahora estaba en ruinas.

Voltee a otro lado y me vi a mi misma, practicando con mi magia. Se escucharon unos pasos rápidos por el suelo.

Mi madre.

-Minerva! Q crees q haces si Tom se entera- susurro lo último.

Yo me puse de pie y fui con mi madre y Minerva solo cambio de cara.
-crees q se lo olcutaras por siempre? Es mejor y aprenda a controlarlo antes q la magia la controle a ella- fue lo último q dijo para irse.

13 minutos

Desperté, hacía mucho frío Draco ya no estaba y Mattheo tampoco el tren se había detenido solo escuchaba silencio, ninguna voz el frío era más insoportable. Frote mis manos para tener calor.

Cogí mi varita y decidí salir de la cabina, estaba un poco oscuro camine a lo lado del tren y no había casi nadie.

El frío llegaba cada vez más a mi, sentí una mano pasar por mi espalda helada, como si estuviera muerta...voltee.

Una criatura fría, y espantosa, transmitía tristeza y temor. Me quedé paralizada asta q empezé a correr.

-Draco! Ayuda!- mientras corría y esa cosa me perseguía.

Alguien me tomo de la mano y la cintura haciendo q parara.

Draco.

-ey ey estás bien- susurro, mientras me veía pálida de miedo.

-hay algo ahi no se q es- solloze.

-hay dementores en el tren- me puso detrás del para encontrarnos al dementor. Era horrible.

-as algo!- grite mientras se hacercaba cada vez más y Draco se volvía desesperado.

Draco volteo lentamente a verme, con una cara de desepcion.
-no puedo conjurar mi patronum- nos abrazamos esperando q alguien no viera para poder sacarnos de ai.

Cerré los ojos y una luz blanca me cegó.
-expecto patronum!- un chico parecía conjurar aquella luz q iso q el dementor se fuera.

Levantamos la vista con precavida, vi a un chico con cabello castaño usaba gafas y apuntando con su varita. Volteo para ver detrás y luego me miró a Draco y a mi.

-estais bien?- pregunto dando la mano para levantarnos.

Draco solo hizo una cara de mala gana y la rechazo y se levanto para ayudarme.
-no hace falta pottah-

Harry Potter o como decía Draco Pottah, el niño q sobrevivió a mi padre, la verdad parecía un niño cualquiera.

-harry Potter cierto?- extendí mi mano no sabía pero tenía curiosidad por el.

El dudo unos segundos para preguntar mi nombre. Creo q no me querra hablar depues de esto.

-si q descortés soy Elisabet Riddle- simplemente se fue no dijo absolutamente nada.

Volvimos a nuestra cabina sin decir o hacer nada, no sabía q pasaba pero el tren estáva poniendose en marcha otra vez.

Dude en preguntar pero se suponía q el tren estáva protegido mágicamente como se metieron dementores.

Draco suspiro y puso su mano en mi muslo supongo q está nervioso asustado? No lo sabía.

-draco que fue lo q pasó, por q entraron dementores?- le miré.

El volteo la mirada.

-no sabe nadie dicen q buscan algo o alguien- podria ser yo o Harry como dicen lo especial q es.

Pasaron los minutos y Draco se unió a Mattheo en un sueño, decidí ir por algo de comer.

Camine por el pasillo y encontré la mujer q vendía golosinas, era una anciana con un carrito enorme lleno de variedades.

-hola me da 3 ranas de chocolate porfavor- saque el dinero de mi bolsillo.

-aqui tienes linda- me dio las más y si vuelta atrás.

(...)

Hacia frío la nieve empezaba a caer, estábamos en la estación para ir a casa de los Malfoy Mattheo estáva algo mareado y Draco simplemente nos guiaba por la multitud.

-bien esperaremos aquí- dijo Draco dejando el equipaje.

Todo el mundo se iba con sus familias o quien viniera por ellos, nosotros solo esperábamos a q vinieran por nostros. Paso el tiempo y casi no había nadie en la estación.

Sabía q no vendrían eran mortifagos en búsqueda y captura y más sospechosos la familia Malfoy.

-hola jovenes- un elfo doméstico saludo detrás de nosotros.

Supusimos q el sería quien viniera por nostros, así q cogimos el equipaje.

-denme la mano y unos a los otros también- nos dimos la mano yo tomé la mano izquierda del elfo.

Draco cogió mi mano por sorpresa, levanté la mirada y nos quedamos así un tiempo.

Derrepente un chasquido sonó y todo empezó a dar vueltas, y aparecimos enfrente de la mansión Malfoy. Tomamos un tiempo para tomar equilibrio y seguimos, el frío rozaba mis megillas rosadas.

Las grandes puertas se abrieron ante nostros, caminamos por el inmenso jardín, las escaleras del porche para entrar y la gran puerta de roble se abrió desvelando a Narcissa Malfoy contenta.

Entramos y todo estaba como antes, excepto por Lucius y Papá no estaban. Dejamos las cosas en el suelo y los elfos domésticos lo empezaron a subir a nuestros respectivos cuartos.

-hola chicos- Narcissa nos dio besos en la mejilla a cada uno y un gran abrazo. Nos llevó al salón donde la chimenea empezaba a calentar todo con el frío q hacia.

-Y donde está Tom- rompí el silencio, seguramente estaría en cama. Escuchamos unos pasos por la escaleras y no lo podía creer.

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Hola✨

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