A mi casa

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Los días pasaron sin que me diera cuenta y con ello a dos días de mi cumpleaños. Papá decía que fuéramos a ver para sacar mi permiso y después que me llevaría a ver un auto, mamá decía que nos diéramos un día para ir juntas de compras o a tomar un café las dos. Me sentía feliz con la propuesta de ambos.

Estaba en el sofá sentada frente a la ventana con la cabeza gacha leyendo con mucha concentración mientras traía puesto los auriculares escuchando música. Después de un rato mamá me tocó el hombro y me quité los auriculares.

- ¿Qué pasa? -

- Tienes una visita - dijo ella y me levanté dejando el libro -

Saliendo en dirección a la puerta principal al abrirla podía ver la esbelta figura de Leo con la espalda reposando en su auto y con las manos en los bolsillos del pantalón. 

- Hola hermosa - dijo con una sonrisa mientras caminaba a mi encuentro - 

- Hola - sonreí al verlo y me abrazó -

Hundiendo su cabeza en mi hombro. Al pasar unos segundos abrazados se inclino para besarme por el cual correspondí llevando mi manos por detrás de su cabeza.

Al separarnos lo miré a los ojos y seguía con una sonrisa en su cara. 

- Vine a verte y a que salgamos - dijo sonriendo -

Mi reacción fue la de una O redonda y antes de que pudiera pensar en decir algo me tomó de la mano y me llevó nuevamente adentro de mi casa.

- Hola Leo - dijo mamá sonriendo -

- Hola Tía, hola Tío. ¿Cómo están? - Leo contestaba tranquilamente y sin soltar mi mano -

- ¿Cómo te va Leo? ¿Qué tal la escuela? - dijo papá levantándose y al estar frente a frente le ofreció la mano - 

Leo soltó mi mano para dársela a mi papá estrechándola - Muy bien Tío, sin problemas -

- (Antes te atrasabas) - pensé mirando a Leo recordando cuando quisieron que le ayude con las tareas atrasadas -

- Vine a invitar a Mia a que fuéramos a pasear un rato y después a comer algo. Si ustedes no tienen problema y prometo traerla temprano -

Mis padres se miraron y después me miraron - Puedes ir Mia. Lleva un abrigo, seguro está refrescando - dijo mamá -

- Si mamá - respondí y fui a mi habitación -

Agarré mi saco y guarde en el mi celular, antes de salir de la habitación me revise rápido en el espejo. Mangas largas roja de algodón con cuello V, pantalón negro y unas botas cortas marrones además del saco negro con capucha. Me arreglé un poco el cabello que se aplasto con los auriculares y baje a la cocina.

Estaban mamá y papá hablando con Leo en la sala y al verme se pararon.

- Vayan con cuidado Leo y cuídala - dijo mamá -Te vemos después, hija - mamá se acercó a abrazarme y le correspondí -

- Si mamá, me cuidaré. Adiós papá - le abrace y me abrazó con fuerza seguido de un beso en la frente -

Después de despedirme de mis padres salí con Leo de la casa para entrar en su auto. Al alejarnos mas de la casa lentamente sentí un escalofrío correrme por la piel para encontrarme con la mano de Leo apoyada sobre mi pierna. 

Sin decir nada me limite a ver su mano apoyada y luego a verlo observándome y después al camino.

- ¿Nerviosa? - dijo el -

- No - respondí y me apoyé en la puerta mirando por la ventana - ¿A donde vamos? - dije cambiando de tema -

- A mi casa - dijo el sonriendo -

- ¿Qué? ¿Tu casa? - sentía que se me oprimía el pecho -

- Si, mis padres salieron a comer con unos amigos y no volverán hasta la noche. Quise invitarte a ver una película en mi casa, si les decía a tus padres seguro querían que me quede en la tuya -

- Oh, era eso - dije soltando el aire que había contenido - Entiendo yo... - me callé y mire por la ventana tratando de ocultar mi sonrojo -

No me dijo nada después de decirme su plan para hoy, seguro no escucho lo ultimo que dije debido a la radio y sentí un gran alivio.

Al llegar a casa de Leo abrió la cochera y entramos. Al bajarme del auto lo rodee para ir con Leo donde estaba la puerta, entramos llegando a la sala.

- Puedes sentarte, voy por agua - dijo el - Siéntete cómoda 

- Gracias - fue lo único que dije antes de sentarme -

Estaba con las manos sobre mis piernas y a pesar que dentro de la casa no hacía mucho frío sentía mis manos frías, volteando la vista veía a Leo llegando con dos vasos de agua.

- Aquí - dijo dejando los vasos en la mesa de centro -

- Gracias - respondí y tome el agua -

- Después de ver la película podemos salir a comer - dijo sonriendo -

- Entiendo - dejé caer mi cabeza por el sofá dándome un respiro cerrando mis ojos -

- Mia - susurró Leo -

Al abrirlos me sorprendo al ver el rostro de Leo frente a mi - ¿Que? - pregunté - 

- ¿Por qué parecías asustada cuando te dije que vendríamos a mi casa? - 

¡Maldita sea! ¿Ahora que digo?. Mis ojos no se apartaron de los suyos y mis labios querían decir algo pero no me salía las palabras.

- Bueno...yo - intenté decir algo y sus labios se acercaron a los míos hasta juntarlos en un beso -

Al ver su rostro que me besaba lentamente su mano tomó mi rostro y profundizo el beso, por lo que mi única acción fue cerrar mis ojos y unas de mis manos comenzó a temblar.

Al separarnos me vio con una sonrisa de lado.

- No te hare nada que no quieras. Tranquila amor - dijo y me dio un beso en la mejilla - 

La Nerd y el PopularDonde viven las historias. Descúbrelo ahora