La Nerd y el Popular

Gimnasio en familia

- ...Mía...Mía - escuchaba una voz - ¿Mía, estas despierta? - es papá, me levante y me senté en la cama. Es sábado que querrá? - ¿Mía? -

- ¿Si papá? - me levante - 

- Vamos a ir a entrenar al gimnasio ¿no quieres venir? -

- Si, me voy a preparar - 

Tras levantarme y darme una ducha me vestí con un short deportivo naranja flúor  que venía con una calza corta negra me puse una camisilla negra y unos championes azul marino con un toque de naranja, prepare un bolso son una toalla, mis auriculares, celular. Baje a cargar mi botella y me arregle el cabello con una cola baja.

- Buen día, mi amor - dijo mamá entrando a la cocina - ¿Vas con nosotros al Gym?

- Si -

- Come una fruta, seguro no desayunaste - dijo ella -

- Okay -   

Estábamos en camino al gimnasio, miraba por la ventana mientras escuchaba mi lista de canciones, abrí la ventana y el viento me soplaba la cara mientras el sol iluminaba mi cara. Perdida en mis pensamientos cambie de canción poniendo "Innocence" de Cannon division, a decir verdad escuche una vez por la radio cuando la busque para identificarla tipo me gusto en cuanto la escuche.

Al llegar al gimnasio después de cinco minutos de caminata, estoy siguiendo las instrucciones del instructor para cada ejercicio, en lo que voy haciendo zancadas y camino hasta llegar a quince pasos de un momento a otro el instructor Rafael me para a medio camino.

- Estas haciendo mal - me dice - Pasa que cuando apoyas el pie para adelante y flexionas estas al mismo tiempo en un ángulo que te hace perder el equilibrio. Te podrás lesionar si no haces correctamente. La pierna que avanza adelante no tiene que estar en frente de donde esta la de atrás o pierde el equilibrio - me explica Rafa -

- Esta bien -

Había cometido el error posiblemente dos veces, por un lado me sentía mal de que a pesar de que entendía me estaba yendo mal el ejercicio. A pesar de que termine una parte en mi cabeza se sentía frustrada porque no me salía el ejercicio como explico y que debía volver a explicarme. 

Siendo honesta cuando hay estos errores, me siento frustrada y se que me vuelven a explicar para no volver a cometer el error y hacer mejor, pero no me explico de donde viene esa frustración y porque me altera tanto. Si fuera como un botón que puedo apretar y se detiene la frustración, quisiera que sea así, pero mi único método es entender y calmar mi mente y no pensar en ello sino en el error y como resolverlo.

Después de las rutinas de ejercicios, me limpie el sudor de la cara con la toalla que había traído y tome un trago de mi agua, me quedaba por hacer cardio. Subí a la cinta y puse una velocidad comencé con una caminata lenta me coloque los auriculares y puse mi lista de canciones. Por cada velocidad que iba subiendo comencé a trotar mientras podía ver por el espejo como otras personas trabajaban con otras mecánicas y a mamá y papá terminando sus rutinas.

- Mía - me llama papá en frente de mi - Vamos a ir a trotar al aire libre. ¿Vas a estar bien aqui? 

- Si, sin problemas. Pueden ir - respondí -

- Bueno, volvemos en veinte, veinticinco minutos aproximadamente - responde papá y sale con mamá afuera -

Mientras pasaba el tiempo estaba caminando sobre la cinta mientras las canciones de mi lista iban pasando una por una. Iban entrando mas personas y otros salían del gimnasio, entraron dos chicas y un chico posiblemente de veinte años, caminaron a la sección de crossfit donde estaban otras cuatro personas, volteando mi mirada por un momento veía todos los ejercicios que hacían.

Una vez había probado, pero sentía que era muy pesado entonces hice rutinas que me indicaba el instructor y a los últimos minutos cardio ya sea la bici o caminar en la cinta.

Pasando los minutos llegan mamá y papá indicando que ya tenemos que irnos subimos al auto y arranco volviendo a nuestra casa. Al llegar subí a darme una ducha y cambiarme me senté en la cama mientras miraba al techo. Mi cuerpo cansado del ejercicio sentía que se hundía en el colchón volteando mi mirada a mi mesa de noche donde estaba mi celular revise si tenía mensajes.

- Nada... - salí del  Whatsapp puse una lista de melodías que me relajaban, deje el celular en la mesa de noche y me levante -

Camine hasta mi repisa de libros, saque de entre mis libros mi diario. Si es también así el cuaderno donde anoto mis historias, me senté en el escritorio y abrí hojeando la ultima vez que había escrito paso un tiempo. En mi mano tenía mi lápiz con la otra toque al costado de mi cabeza mientras leía hasta donde había escrito, abrí mis ojos de golpe y comencé a escribir. 

- ¡Mía, ya esta la comida, bájate! - decía mamá desde abajo - 

- ¡Ya voy! - respondí cerré el cuaderno y baje a comer -